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miércoles, mayo 14, 2014

Apareció la aguja en el pajar


Sexta novela de Modesto

 

(…) En la reciente Feria Internacional del Libro Cuba 2014, fue presentada La aguja en el pajar, la sexta de las novelas policiacas del también poeta Modesto Caballero Ramos (Mayarí, Holguín, 1948) que han visto la luz en años consecutivos bajo el sello de la Editora Política. (…) En esta entrega de Caballero Ramos y las cinco anteriores —Culpable sin castigo (2009); Saravia 105, donde el cielo se ve cuadrado (2010); Ciudad en pánico (2011), Doble jaque (2012) y Sed de sangre (2013)— un personaje carismático y desenfadado, el capitán Nelson, contradictorio como todo ser humano, es el eje protagónico alrededor del cual gira un imprescindible y sumamente amplio protagonismo colectivo.


MÁS SOBRE EL AUTOR:

Modesto Caballero Ramos tiene publicado además el decimario Piedra de escándalo (Guatemala, 2008), cuyo primer aniversario celebraron los amigos de Guatemala en décimas —quienes hicieron posible su edición— con el suyo propio, en julio del 2009. (Vea imágenes de la presentación, en el 2008, de Piedra de escándalo, dado a la luz por la Editorial Universitaria guatemalteca). En la sección Decimacontexto: Alzarse al cielo desde la piedra, prólogo del libro, por Pedro Péglez González.

De Modesto, una crónica sobre su participación en la Semana de la Cultura de 2010 en su Mayarí natal. Licenciado en Ciencias Penales y graduado del Diplomado Historia y Práctica de la creación poética en la promoción del 2006, en ese año Modesto fue ganador del tercer premio en el concurso iberoamericano Cucalambé. Es vicepresidente del Grupo Ala Décima y subdirector de este sitio Cuba Ala Décima. Reseñas suyas aparecen en los sitios web Odiseo en el Erebo y Arte poética, del poeta salvadoreño André Cruchaga. El blog de los colegas guatemaltecos ha recogido numerosos textos suyos. Uno de los más recientes es el titulado Apoyo. De Piedra de escándalo es este poema en una estrofa que cierra el volumen:

ÚLTIMO ACTO

Érase alguna vez un caballero
de más triste destino que figura
tratando de encontrar cabalgadura
para iniciar un acto justiciero.
No recuerdo la fecha en que el rasero
quiso medir por árido su pena.
Después canonizó un grano de arena
ante una imagen cotidiana y fría.
Me cuentan que en la muerte vino un día
y nunca más lo vieron en  escena.

En nuestros archivos, otros textos de ese poemario:

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