Carlos Esquivel y su poema
Aprendices de forasteros
De El libro de los desterrados,
Premio Iberoamericano Cucalambé 2010
Acaba de regresar de la República de Colombia, adonde asistió como parte de la delegación cubana a la XXIV edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que concluyó el pasado día 16. Abordado en Las Tunas por el periodista José Armando Fernández Salazar, Carlos Esquivel Guerra dijo que la representación de la Isla que concurrió a la cita colombiana cumplió con éxito los objetivos de establecer vínculos con el movimiento intelectual y las instituciones y editoriales de los países latinoamericanos, así como promocionar el quehacer literario de Cuba, y significó que los delegados de la Mayor de las Antillas impartieron conferencias sobre la historia de las letras cubanas, el Bicentenario de la Independencia de América Latina y presentaron el programa de la Feria Internacional del Libro Cuba 2012. (Más información, mediante el siguiente enlace, en CubaLiteraria).
Carlos Esquivel Guerra (Elia, actual municipio de Colombia, Las Tunas, 1968), y Diusmel Machado Estrada (Guáimaro, Camagüey, 1975) merecieron en el 2010 el Premio Iberoamericano Cucalambé con El libro de los desterrados. En su extenso y reconocido quehacer literario, Carlos Esquivel cuenta con el Premio Nacional Cucalambé 1998 por su decimario Perros ladrándole a Dios, y en el 2005 el Premio Iberoamericano Cucalambé por Toque de queda. En nuestros archivos, puede ver trabajos suyos de pensamiento como La décima en el cine: “Elpidio Valdés” y otros filmes cubanos y El cine en la décima, fragmentos de un mismo ensayo. En febrero del 2010, Carlos ingresó al Grupo Ala Décima, al cual prestigia con su sentido de pertenencia.
De El libro de los desterrados publicamos antes, de Carlos Esquivel, los textos titulados El año de los campestres, Traducir a José Martí en rumor de vuelo, Túneles de Claudio, François Villon en Nantes, Díptico de Lezama Lima, José Kozer escucha las canciones de Roy Orbison y Hablo con Nairi Zaran en un puente de Armenia. A ese volumen pertenece también este poema suyo, que adelantamos, como siempre, gracias a su colaboración:
APRENDICES DE FORASTEROS
Tú solo vales por ninguno. Shakespeare. Una frase entonada como en una trompa de caza. Trombón, clarines, cornetas.
Dylan Thomas me esperaba entre el alcohol y la nieve. Era su año 39 rumbo al cielo. Le rogaba para salvarlo y hablaba él de voces, de un asalto decidido: Si no es alto, y siempre quedaré indemne, no existe nada solemne si uno necesita el salto.
En un cuadro de Picabia, los ojos son luces muertas y las nubes rojas, puertas, y el orfismo, vieja rabia, y París es una Arabia desterrada y sin color, y el mito es un cazador insurgente, sempiterno, y el pánico hacia lo eterno le inventa un rostro al dolor.
La hora de Macedonio Fernández ya se aproxima, quién sabe si Dios le exima del tributo al patrimonio inútil: su matrimonio pertinaz con lo perdido. Y yo temo que su ruido despierte al viejo incendiario, quien escribió en su obituario: “Larga vida en el olvido”.
Recuerdo un filme de Corman, la imagen de dos leprosos que persiguen jubilosos una niña. Me deforman los temores si conforman un flack back que ya fenece. Estoy allí y parece la nave hacia el mar dantesco, que si yo desaparezco, lo demás desaparece.
Apollinaire almorzaba con Bergson y con Virgilio. La frase es de Paul Virilio: una neblina cerraba el élan vital. Dudaba yo si exprimir mi contrario del misticismo diario, o temer cuando termine esta aventura y yo incline mi rey al rey adversario.
Descubro de Gottfried Benn “El poema de los cerdos”. Son más espurios los cuerdos, el traidor viaja al Edén. No es tan difícil que estén las zozobras desterradas, las alquimias develadas. Dios vive en un porquerizo, Judas cuida el Paraíso. Las cartas fueron echadas.
Otros acercamientos a la obra poética de Carlos Esquivel, mediante estos enlaces, en el blog Laberinto del Torogoz y en la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga.
SOBRE EL UNIVERSO DE
—EL CUCALAMBÉ Y SU POEMA HATUEY Y GUARINA
—ACERCA DEL CUCALAMBÉ, NUEVO LIBRO DE CARLOS TAMAYO
—WENCIER PÉREZ RICARDO, EL MÁS JOVEN DE ALA DÉCIMA
—CARLOS TÉLLEZ ESPINO Y SU DÉCIMA JUNGLA
—MARÍA LILIANA CELORRIO, SUS MANOS EN SUS VERSOS
—RENAEL GONZÁLEZ Y SU POEMA TU AUSENCIA
—ALEIDO RODRÍGUEZ Y SUS FIGURACIONES
—UN ABRAZO A LA CASA POR SU CUMPLEAÑOS
—LA CASA NOS FELICITA A TODOS
—XIOMARA MAURA Y SU CONVITE
—MARTHA ROSA FERNÁNDEZ: LA RAZÓN PUEDE SER CRUZ…
—ANA ROSA DÍAZ NARANJO: SIN DECLIVES
—DEL SURREALISMO A LA DÉCIMA EXQUISITA, DE ARGEL
—HOMENAJE A ODALYS LEYVA EN EL DÍA DE LA POESÍA
—YUSLENIS MOLINA, O SEA, ANACACUYA
—SEBASTIÁN ODE: A LA TIERRA ME SOMETO
MÁS SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
LAS TUNAS
(Ese mismo enlace lo encontrará en el panel derecho de este sitio, donde aparece archivada abundante información sobre nuestro quehacer, dada la poca visualización que ahora tenemos de las últimas entradas publicadas, por razones técnicas que no dependen de nosotros. Proponemos a nuestros lectores ver allí, bajo el acápite ASOMOS A
CON ESTE ENLACE, GANADORES DEL PREMIO IBEROAMERICANO CUCALAMBÉ EN LOS AÑOS 2000 AL 2008
EN NUESTRA SECCIÓN CUCALAMBÉ, VEA ESTOS LIBROS GANADORES DEL PREMIO IBEROAMERICANO CUCALAMBÉ:
(In)vocación por el paria, de Pedro Péglez González (2000).
Examen de fe, de José Luis Serrano (2001).
Otra vez la nave de los locos, de María de las Nieves Morales (2002).
Cántaro inverso, de Pedro Péglez González (2004).
Toque de queda, de Carlos Esquivel (2005).
Atormentado de sentido, de Ronel González (2006).
Bitácora de la tristeza, de Alexander Besú (2007).
Los Césares perdidos, de Odalys Leyva (2008).
Etiquetas: Cucalambé, décima, Feria del Libro, Las Tunas, libros, poesía, premios
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