Esquivel, Diusmel,
y El libro de los desterrados
Con ese cuaderno, ganador del Premio Iberoamericano Cucalambé, el más alto lauro de la décima escrita, fueron nueve en total las obras reconocidas en el certamen
De izquierda a derecha, Péglez, Diusmel, Waldo González y Esquivel. Fotos: Mayra Hernández Menéndez.
El jurado de esta edición de la máxima confrontación de la décima escrita, integrado por los poetas Renael González Batista, Jesús David Curbelo y Pedro Péglez González, consideró a El libro de los desterrados merecedor del Premio Iberoamericano Cucalambé 2010, “por la elevada altura poética de la obra, la hondura de pensamiento que trasciende de ella, su elegancia formal, la eficacia de los recursos discursivos en que se apoya y la sólida estructura literaria del conjunto”, según consta en el acta, leída en el Catauro de la décima de la recién concluida XLIII Jornada Cucalambeana.
Tras su lectura, y abierta por los organizadores del concurso la plica correspondiente, se conoció a sus autores: Carlos Esquivel Guerra (municipio de Colombia, Las Tunas, 1968) y Diusmel Machado Estrada (Guáimaro, Camagüey, 1975), ambos escritores con numerosos reconocimientos sus respectivas trayectorias literarias.
El jurado concedió el segundo lugar a Flower Power, de Herbert Toranzo (Ciego de Ávila) y el tercero a Cansado de soñar todo, de Edelmis Anoceto (Santa Clara, Villa Clara), así como menciones “a cinco obras, de parejas calidades escriturales, con logros parciales de consideración en sus respectivas propuestas”: Mar en mí, de Yapcy Bienes, de Islas Canarias; Casa en ruinas, de Freddy Camilo Morffe (Holguín); Adagio para cuerdas, de Caridad González Sánchez (Santa Clara, Villa Clara); La red y el cardumen, de Jorge Adrián Betancourt (Granma); y Monodia en claroscuro con mujer al centro, de Ada Isabel Machín (Ciudad de
También el jurado otorgó reconocimiento a “un relato en décimas de impecable factura tradicional y agradable sabor popular, y constituir a partir de esas virtudes un digno y singular homenaje al Cucalambé”: Versos que me hablaron, de Patricia María Jiménez, de Perú.
De El libro de los desterrados, de Carlos Esquivel y Diusmel Machado, adelantamos la estrofa que inicia el volumen:
LA MATRIA Y
Los baobabs, antes de hacerse grandes, son muy pequeños.
El principito. Antoine de Saint-Exupéry
Ayer fue la ceniza. Hoy amanezco
disfrazado del árbol enemigo.
Culpable sombra. Espíritu mendigo
para el odio de un sol carnavalesco.
Pero resisto, luego soy. Y crezco
con la memoria intacta, verdecida:
y la raíz de ayer —leña prohibida—
es hondo reventón, fértil violencia.
Pues toda libertad es resistencia
y toda resistencia, sobrevida.
LAS TUNAS
CAMAGÜEY
(Ese mismo enlace lo encontrará en el panel derecho de este sitio, bajo el acápite ASOMOS A
(In)vocación por el paria, de Pedro Péglez González (2000).
Examen de fe, de José Luis Serrano (2001).
Otra vez la nave de los locos, de María de las Nieves Morales (2002).
Cántaro inverso, de Pedro Péglez González (2004).
Toque de queda, de Carlos Esquivel (2005).
Atormentado de sentido , de Ronel González (2006).
Etiquetas: concursos, Cucalambé, décima, jornada, jóvenes, Las Tunas, libros, poesía, premios
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