Cuba Ala Décima

A Luisa Oneida Landín,
por sus dos aniversarios

En este Aniversario 50 de la Federación
de Mujeres Cubanas, el Grupo Ala Décima
envía un beso a todas sus integrantes

Este Aniversario 50 de la Federación de Mujeres Cubanas es para el Grupo Ala Décima un hermoso momento para enviar su enorme cariño a todas sus valiosas integrantes: María de las Nieves Morales, Odalys Leyva e Irelia Pérez Morales (las únicas tres mujeres que han alcanzado el Premio Iberoamericano Cucalambé); la infatigable fundadora Adelina González; las “muchachas” de San Miguel: Bertha María Gómez, Irasema Cruz Bolaños, Idel Rosa Velázquez y Bárbara Hernández; la incansable Olga Lidia Pérez; las siempre queridas Tomasa González, Tamara Gispert, María Eugenia Azcuy, Mariana Pérez Pérez, Míriam Peña. Y Luisa Oneida Landín, para quien el beso va multiplicado por dos, porque pasado mañana, día 25, es su cumpleaños.

Luisa Oneida Landín (Jibacoa, La Habana, 1951) trabaja como especialista en la sede central del Ministerio del Azúcar. Es, además de poetisa, guionista de programas radiales y promotora cultural, miembro fundadora del Grupo de creación poética de la Fundación Nicolás Guillén y también de las tertulias La letra en rosa (La Habana del Este) y Lira y verso (La Habana Vieja), las cuales conduce, esta última junto a Julio Alberto Cumberbatch.

Es graduada de la primera promoción del Curso-Taller Historia y Práctica de la Creación Poética (2003-2004), conducido por los poetas Jesús David Curbelo y Roberto Manzano, y ha sido incluida en varias antologías, entre ellas la que agrupa a los egresados de ese curso: Bienaventurado el árbol que camina, publicada por Ediciones Extramuros. Entre sus galardones en poesía, Oneida cuenta con el Premio Ala Décima 2007, tras el cual se integró a nuestra agrupación. Tiene varios poemarios publicados, en Cuba y México. Muestras de su obra poética, en los sitios Álbum nocturno, Laberinto del Torogoz y Arte poética, del poeta salvadoreño André Cruchaga. De ella son estas décimas:

FUGACIDAD

Cómo galopa esta vida
—línea dolorosa y bella—.
Gastarla es dejar la huella
de serpiente y su mordida.
Dónde estará mi guarida
si agosto vuelve otra vez
si soy nube, si soy pez
que en la tierra no agoniza.
Acaso vuelvo en la brisa
que arropa mi desnudez.

QUE ME PERDONE EL AMOR

Último intento, la puerta *
se torna un pájaro grave
trino de animal que sabe
salvar su ruta desierta.
La encrucijada encubierta
sobre el muro del vigía.
Vuelvo de esta luz que mía
sostiene la edad primera.
Un soplo de primavera
sobre los ojos del día.