Carta al manco que no quería acordarse
Del libro Cántaro
inverso
De ese poemario, ganador del Premio
Iberoamericano Cucalambé en el 2004 y publicado por la Editorial
Sanlope
en 2005, es este poema en décimas escritas
en el tradicional metro octosilábico, pero dispuestas en formato de prosa, a la
manera de una misiva. En ella el sujeto lírico se dirige a Miguel de Cervantes y Saavedra, una de
las máximas figuras de la literatura española y universalmente conocido
por haber escrito la novela Don Quijote de la Mancha. El poeta se
asume como escudero (¿Sancho Panza?) del gran escritor hispano, como si este
fuera el propio Quijote, en una relación en que realidad y ficción se
entremezclan. Ello se establece desde el propio título del poema, que alude al
mote de el manco de Lepanto, el cual recibió Cervantes
tras haberle quedado inútil una mano a resultas de las heridas de arcabuz recibidas durante una batalla
naval ocurrida en ese lugar, así como recuerda la famosa frase de la referida
novela: “En un lugar de La
Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”. Otros pasajes de
la vida de Don Miguel son aquí aludidos por el sujeto lírico, como sus
encarcelamientos por deudas, uno de ellos, según la tradición oral —aunque no
hay constancia documental de ello— en la
cueva
de Medrano, en Argamasilla de Alba.QUE NO QUERÍA ACORDARSE
Para
el espejo no hay sitio. Algún tragaluz regurgita un arcabuz que me apunta al
entrecejo del ala. ¿Seré el hollejo en una mano longeva de parroquias? La
manceba procesión de viejas cruces me besa y lanza de bruces a su Verdad: otra
cueva, otra cueva de Medrano. ¿Cómo escapar de esta ancha deuda nuestra? ¿De La Mancha cómo retirar la mano
trunca? ¿Lloveré en secano si siempre irrumpe ese estero tan gris?su escudero
—Una relectura de Caperucita
—Una relectura de Pinocho
—Jonathan encadenado
—¿Tú eres quien duerme?
—Llamo a Perrault
—Vámonos, Gato, a otro cuento
—Silencio de la abadía
—Visitaciones del cuervo
—Letanía en sed mayor
—La luz le viola los peces…
—Colombia es el violonchelo…
—Pobres joyas sin tus dedos
—Recordando a Gamzatov en el puerto de Veracruz
—Idilio vivo
—Jueves / viernes
—Pre-Scriptum
—Post-Scriptum
EN NUESTROS ARCHIVOS:
—Hoy mi padre cumple cien años
—Para un retrato de Yazmina
—Cincuenta años en la prensa
Examen de fe, de José Luis Serrano (2001).
Otra vez la nave de los locos, de María de las Nieves Morales (2002).
Cántaro inverso, de Pedro Péglez González (2004).
Toque de queda, de Carlos Esquivel (2005).
Atormentado de sentido, de Ronel González (2006).
Bitácora de la tristeza, de Alexander Besú (2007).
Los Césares perdidos, de Odalys Leyva (2008).
Cicatrices de sal, de Irelia Pérez Morales (2009).



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