Merari Mangly
y su Primer arpegio
Sancti Spíritus se apresta a celebrar, del 25 al 29 de este mes, su Jornada de la Poesía Cubana. Sobre este evento y otros anteriores, ha comentado recientemente en Juventud Rebelde el poeta Karel Leyva, director de Promoción del Instituto Cubano del Libro y vicepresidente del Grupo Ala Décima:
“La poesía, la narración oral, el teatro y la narrativa, movilizan anualmente en el país a muchos creadores para un grupo de encuentros, festivales y jornadas que, además de habituales, se han hecho necesarios, con perfiles que van desde los enfoques más especializados hasta los centrados en la acción comunitaria. Así, en el pasado agosto tuvimos
A propósito de ello, traemos de nuevo a este espacio a nuestra colaboradora en esa ciudad, Merari Mangly Carrillo, nacida en 1966, poetisa, diseñadora y editora que se desempeña en Ediciones Luminaria, de la provincia espirituana. Tiene publicados los libros Caudales (Editorial Damují, Cienfuegos, 2000); Latitudes (Ediciones Luminaria, 2001); Puerto sin piel (Editorial Benchomo, España, 2002) y En la luz que te deshojas (ídem, 2006). A la obra decimística de Merari se puede acceder en nuestros archivos, con textos como Con tu pecho mío y sus décimas de respuesta al poema Aquelarre, de Bárbara Calderón, coordinadora del blog La décima tiene nombre de mujer. También puede ver un poema suyo que nos envió el 4 de abril de este año, con motivo de su cumpleaños.
Del cuaderno Hallazgo, de Merari Mangly Carrillo, que recibió el Premio de
PRIMER ARPEGIO
No acepto la mordedura inhóspita, de soslayo.
La muerte se anuncia y callo la posible torcedura que disloca esta postura.
Como una fiel estatuilla de mármol, una rejilla, para tamizar el borde de la aguja. Tal vez borde un rostro: su mascarilla.
¡Ah, la tibieza! ¡Qué auguro!
Qué prominente raíz unge. La boca es tamiz muy fino, pero seguro. Desaloja al tiempo impuro y selecciona a la voz de la mordida.
Es que Dios hizo prótesis silente y en la boca de la gente, divide a su cuerpo en dos.
¡Ah, libélula!,
en qué charco te crucificas las alas.
¿Dónde navegas y exhalas lo que acepto de mi barco?
El morder no es nada parco. Grita, grita un aleluya que perpetue, que diluya la pretensión de avidez.
Desde el barco, miro al pez: prohibido a mi paladar. Dos mujeres se han de amar. Va la mordida otra vez.
No acepto anclar al verdor del ancla. Está sin cadena, quedó rota y causa pena negársele el resplandor de libélula, es furor para el rostro cabizbajo.
A la mordida desgajo mientras ancla, pez y barco, apuran el desembarco mar arriba... cuesta abajo.
Otro acercamiento a su obra poética, mediante este link, en la antología on line Arte poética. Rostros y versos del poeta salvadoreño André Cruchaga.
MÁS INFORMACIÓN SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA HACIENDO CLIC AQUÍ:
SANCTI SPÍRITUS
(Ese mismo enlace lo encontrará en el panel derecho de este sitio —donde aparece numerosa información archivada—, bajo el acápite ASOMOS A
Etiquetas: décima, libros, mujeres, poesía, premios, Sancti Spíritus
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