Desde Sancti Spíritus

De Ramón Martín
Díaz Medina,
su Oda
por la muerte válida

El poema que mereció el primer premio
del concurso nacional de glosas 2007

Nació en Remedios, Villa Clara, en 1948, pero vive en Mayajigua, provincia de Sancti Spíritus, donde se desempeña como pedagogo y profesor universitario. Damos la bienvenida a nuestro sitio al poeta e investigador Ramón Martín Díaz Medina, quien ganó en el 2007 el primer premio del concurso de glosas “Canto alrededor del punto”, que en tributo a Adolfo Martí Fuentes convoca cada año la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, de Las Tunas.

Ramón ha alcanzado otros muchos galardones y cuenta con libros publicados: Umbral (decimario) 2003; Escrito sobre un lirio (sonetario) 2004; Espejo de impaciencias (2006) y Absorto bajo el dintel (2008) Además es coautor del texto Historia del municipio de Yaguajay: 1492–1958. Parte de su obra está recogida en las antologías Toda luz y toda mía; Una mirada; Corales hojas y Antología de la décima tanática cubana (esta última publicada en México).

ODA POR LA MUERTE VÁLIDA

A Santiago Medina, amigo que me apremia
desde la otra punta del tiempo.

De tanta nocturna huida
queda siempre otra hermosura,
sueño imposible que dura
entre la muerte y la vida.

Cintio Vitier

(...) y es el guerrero una suerte
de augurio sobre la tierra
quebradiza. Fue la guerra,
le dio alcance, le dio muerte:
Por favor, nadie lo inserte
en un adiós sin medida.
¿No lo ven?: tasca la brida
espesa de sombra hostil
pese al galope cerril
de tanta nocturna huida.

Yo no soy el muerto ese,
sino el otro, el que transpira
insultos contra la pira
de siglos donde se cuece.
Me acerco, se desvanece
mi enanismo en su estatura.
En la piel de muerte pura
la incógnita se despeja:
por lo hermoso que nos deja
queda siempre otra hermosura.

Quedan siempre los caminos
ávidos de pies nocturnos,
los amantes taciturnos
como dioses peregrinos.
Sí, claro, también molinos
satánicos de impostura
y Quijotes. (La locura
es un mérito común
cuando se trata de algún
sueño imposible que dura.)

Yo quiero ser ese muerto
imposible de enterrar,
brújula en mi deambular,
oasis en mi desierto,
ser herida al descubierto
sin más blasón que la herida.
Si es su muerte quien convida
a otra luz, iré delante
por salvar la interrogante
entre la muerte y la vida.

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