Irelia Pérez Morales
y sus Cicatrices de sal
En el Catauro de la décima de la XLII Jornada Cucalambeana, poco después de la premiación. De izquierda a derecha, los poetas Pablo Armando Fernández (escritor homenajeado en esta Jornada), Antonio Borrego, Juan Manuel Herrera (especialista de
El más importante galardón de la décima escrita, el Premio Iberoamericano Cucalambé, fue alcanzado en este 2009 por la poetisa Irelia Pérez Morales (Camajuaní, Villa Clara, 1956; residente en Cienfuegos, ganadora el pasado año del segundo lugar con su obra Partitura inconclusa), esta vez con su libro Cicatrices de sal, según el veredicto de un jurado integrado por Sigfredo Ariel, Víctor Fowler y Roberto Manzano. Este último, poeta, investigador y profesor de Literatura con larga trayectoria, ha escrito en su prólogo a Cicatrices de sal:
Irelia inscribe un tatuaje en que el ancla tiene un raro protagonismo en medio de un juego prevaleciente de líquidos. Y todo en una atmósfera posmoderna de grotescos, de violencias visuales, pero todo sujeto al pulimento de la síntesis, al agradable cierre de lo que se exhala. Es indudable que muestra pericia en los contrastes, que son, en muchos momentos de realización de lo artístico, toda la técnica posible. Lo que torna unitivo lo disperso, es la voz que habla y la voluntad de composición del libro, que lo constituye en sistema.
Aunque en arte no se puede olvidar ni un solo segundo la forma, porque es el reino de las representaciones, Irelia Pérez se encuentra trabajando en cada página con cicatrices, y en muchas ocasiones sobre ellas danza la sal, lo que genera una entrada profunda en la sensibilidad humana. Este libro vale como un acierto de la sensibilidad, y el hecho de que esté en décimas torna la visualidad más rápida, y más proclive a la sanación de las incisiones que produce el caos. (Vea completo el prólogo en este enlace: EL ENSAMBLAJE DE LAS HERIDAS).
PRESENTACIÓN DEL ANCLA
Barrunto soy acertijo
parto gris de las arenas
un relámpago en las venas
del mar Arruga
entresijo
con escamas
amasijo
de atalayas buceadoras
navegante en las esporas
del tiempo Entre sus hamacas
son muñones de resacas
mis bolsillos sin «ahoras»
ni «antes» Sólo «después»
viaja en ellos No hay memorias
junto a la herrumbre
¿Qué historias
puedo yo contarle al pez?
Ancla me hicieron envés
del muelle –viva frontera
entre el colmo y la ceguera
del hombre–
rito olvidado
ubicuidad
un legado
de astillas sobre la espera
Irelia Pérez Morales mereció también en el 2009 el Premio Principito, de poesía para niños. En 2008 alcanzó el Premio Ala Décima con su cuaderno Después de las sirenas. Es fundadora y vicepresidenta del Grupo DecimalSur, de Cienfuegos, y representante del Grupo Ala Décima —al cual ingresó este año— en esa provincia. Otras muestras de la obra poética de Irelia, mediante estos enlaces, en el blog Álbum nocturno y en la antología poética Arte poética. Rostros y versos, ambos coordinados por el poeta salvadoreño André Cruchaga. Email: ireliapm56@yahoo.com
Etiquetas: Cienfuegos, décima, libro, mujeres, poesía, premios, Villa Clara
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