Un poema de
Modesto Caballero
CANCIÓN A LA
GRANDEZA
Dos partidas,
un destino
A Fidel, en
su marcha indetenible hacia la eternidad
Fue una noche
de tormenta.
El mar
bramaba en su oleaje.
Pero allí
estaba el coraje,
el valor que
se acrecienta
del Hombre
Grande que alienta
con su
ejemplo aquel instante.
El destino
está distante:
la Patria que
ahora se enluta.
Por
inalámbrica ruta
sale el
Caballero Andante.
Va al
encuentro con la historia.
Él sabe que
su destino
no es un
bálsamo divino
de efluvio
para la gloria.
Lleva luz en
la oratoria
del que sabe
que su voz
no es el
cántico feroz
de alabanza
por el odio.
De amor ha de
ser el podio,
del hombre,
sin ser un dios.
Hoy todos
gritan su nombre
en cualquier
rincón del mundo.
Es océano
profundo
y montaña que
no asombre.
Sin embargo
es simple hombre,
un hombre
como cualquiera
pero un hombre
sin frontera
si de
justicia se trata.
voluntad que
solo se ata
al amor a su
bandera.
Ya no hay más
que discernir.
El Hombre
Grande ha partido.
El destino
así ha querido
la
coincidencia. Morir
es comenzar a
existir
en eterna
dimensión.
Vaya mi
humilde canción,
este Canto a la Grandeza
a quien desde
su nobleza
sembró fe en
mi corazón.
Foto: Alex
Castro
EN NUESTROS ARCHIVOS:
En este momento, se nos está permitiendo visualizar solamente las dos o
tres últimas entradas, lo cual está absolutamente fuera de nuestras manos, de
modo que a la recomendación que siempre hemos hecho a nuestros visitantes de
atender a las informaciones recogidas en el panel derecho, añadimos la de ver
el sumario —los diez textos más recientes—, en los finales de ese panel.
Etiquetas: Ala Décima, aniversario, décima, escritores, Fidel Castro Ruz, homenaje, poesía, tributo
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal