Peña de Ad Líbitum
este sábado primero
Una pareja unida en la vida y la creación artística, el dúo dramático-musical Ad líbitum —María de las Nieves Morales, narradora y poetisa, y Leonel Pérez Pérez, narrador, poeta, trovador y compositor— nos invita al encuentro de septiembre de la Peña de Ad Líbitum y sus invitados, en su sede del Patio de los poetas, del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, sito en calle A entre 25 y 27, en el Vedado capitalino. La entrada es libre para esta cita del sábado primero a las 3 pm, la cual contará con la poetisa Odalys Leyva Rosabal, presidenta del Grupo Décima al filo, Premio Iberoamericano Cucalambé 2008, Premio Ala Décima 2004 y desde el 2007 miembro del Grupo Ala Décima.
es el nombre donde abrigo
la timidez). ¿Cuál testigo
te cabalga, si la miel
ha nacido en el vergel
de tu seno caprichoso?
No voy a ser el acoso
en un palacio que muere,
madre: la distancia hiere
el salto de mi reposo.
—Bienvenido el dúo Ad líbitum a su regreso de Venezuela
—Reinicio de su peña en nueva sede
—María de las Nieves cuenta siluetas
—Leonel, Agonías del cantor
Etiquetas: Ciudad de La Habana, décima, mujeres, música, peña, poesía, trova
1 Comentarios:
A la/s 3:27 a.m., Bismar Galán dijo...
Buenas noches
Su página es muy interesante, no solo para los cultores de la décima, sino para todos los amantes de las cosas bellas de nuestra entrañable Cuba.
Esto que escribo a continuación es un fragmento de mi libro premiado EN LA PIEL DE LA MIRADA y donde hago este trabajo con los versos de Martí (los dos primeros de la redondilla abren una primera décima, los dos versos finales cierran la segunda décima).
Bismar Galán (galanbismar@yahoo.es)
Mi verso al valiente agrada
Mi verso, breve y sincero,
lanza un disparo certero
con la piel de su mirada.
Mi verso sin mascarada
se escurre por la pendiente,
como el escualo valiente
que contra la mar alcanza
la flacidez de la lanza
sin confundir la corriente.
Luego, si tratas de asir
su ruta a la dependencia,
no reniega la existencia
de sus bríos. Al sentir
las cuerdas contra el batir
de sus polvos no es la nada.
Traslúcido en la cascada,
preciso, sin desafuero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
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