Celebrados los quince de la Casa
Iberoamericana de la Décima

Repentistas y escritores de varios puntos del país rindieron
tributo a esa institución al cumplir tres lustros. Presentado
el libro premiado en el Cucalambé 2007. Antonio Borrego
ganó el Premio Décima y tradición 2008

Fotos: Modesto Caballero

Con una gala artística en el teatro de la ciudad culminó la celebración de la década y media de trabajo de la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, con sede en Las Tunas, institución que organiza cada año la Jornada Cucalambeana, fiesta mayor de la décima y de la música y la cultura campesinas. Con una apretada agenda de tres días de celebración, poetas improvisadores y escritores, tonadistas, músicos e investigadores de la provincia sede y de distintos puntos de la geografía cubana, festejaron el aniversario y brindaron su arte a la población del territorio, uno de los más afectados por los huracanes de este año.

A ellos se sumó la presencia solidaria de Junípero Cabrera Berrones, director del Museo Histórico de Sierra Gorda, en el estado mexicano de Querétaro, entidad que prepara junto a la Casa Iberoamericana de la Décima un pacto de hermandad cultural entre sus respectivas localidades, previsto para ser sellado en febrero próximo.

Dos comunidades campesinas, Cerro de Caisimú y La Veguita, ambas en el municipio de Manatí, recibieron el saludo y la actuación de los creadores visitantes y del patio, con repentistas como Argelio Torres (Granma), Nelson Lima (Camagüey), Dimitri Tamayo (Holguín) (en la foto), Asber Díaz (Las Tunas) y Armando López Rondón (Ciego de Ávila), en lo que constituyeron verdaderas fiestas populares con los aires musicales, danzarios y literarios que identifican esta vertiente de nuestra cultura nacional.

Las artes plásticas estuvieron presentes mediante una muestra colectiva de los pintores tuneros Jesús Vega y Alexis Roselló, y el manzanillero Roberto Reyes, en la sede de la institución homenajeada, durante el espacio conocido como Decimartes, que en esta ocasión contó además con una lectura a cargo de los poetas Odalys Leyva, Pedro Péglez González y Modesto Caballero, todos miembros del Grupo Ala Décima y merecedores de reconocimientos en distintas ediciones del concurso iberoamericano Cucalambé de décima escrita, el principal certamen que se premia en las Jornadas Cucalambeanas. El popular trovador tunero Freddy Laffita, también poeta, acompañó con sus canciones a los escritores.

La literatura escrita disfrutó de otros momentos importantes. Uno de ellos fue la presentación del libro Bitácora de la tristeza, de Alexánder Besú (Niquero, Granma, 1970), Premio Iberoamericano Cucalambé 2007, con la correspondiente lectura de textos por su autor y un elegante complemento con música de concierto.

En el Café Converso tuvo lugar la premiación del concurso nacional Décima y Tradición 2008, cuyo galardón cimero fue merecido por Antonio Borrego Aguilera, de Las Tunas, con su cuaderno Paisaje familiar. El premio en la categoría humorística fue a manos de Margarita Rufina Carvajal, de Ciudad de La Habana, y recibieron mención Roberto Rodolfo Machado y Jorge Luis Arias Reina, de Guáimaro, Camagüey. El jurado estuvo presidido por Alexánder Besú e integrado por María Liliana Celorrio e Irelia Pérez Morales, esta última ganadora de este certamen en el 2007 con el cuaderno Velas sobre el tintero, que fue presentado en el encuentro.

En la sala de conferencias de la Plaza de la Revolución Vicente García sesionó la jornada teórica, con una conferencia magistral a cargo del investigador tunero Carlos Tamayo, presidente de la UNEAC en la provincia, quien abordó la interrelación entre identidad nacional, tradición, cultura y popularidad en los tiempos que corren, mientras el profesor mexicano Junípero Cabrera trajo el saludo solidario de sus creadores y narró experiencias del trabajo de la institución que dirige. El Grupo Ala Décima, por su parte, realizó una exposición de su sitio digital Cuba Ala Décima y su nueva sección CUCALAMBÉ, realizada como regalo a la Casa Iberoamericana de la Décima en sus quince.

También como tributo, la representación de ese Grupo y otros poetas decimistas sembraron el árbol de la décima, en el cual depositaron tierra del árbol bajo el cual fue fundada la agrupación, en la biblioteca Tina Modotti, en la localidad capitalina de Alamar.