Cuba Ala Décima

¡FELIZ 2011 A TODOS!

Con las alas del Quijote (I)

Pasaje al 2011 en versos, intercambio
coordinado por Ramón Espino Valdés

A partir de un verso de Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) que envió este hermoso mensaje fraternal:

Cada fin de diciembre es una cita con el pasado y un breve diálogo con el futuro en una frontera invisible. La vida es el segundo en que existimos y su tesoro, el tiempo vivido. Miremos, con lo más puro del recuerdo, el horizonte donde a cada instante una luz nos aviva el paso y nos pide voluntad, amor, creación. Ese futuro es nuestro mientras la espada de Damocles no se libere de su endeble hilo por disposición de La Parca. Cabe entonces al poeta orar en versos:

PASAJE AL 2011

Valen la oración, el credo,
valen la fe y la esperanza;
más que todo en la confianza,
la autoestima hasta el denuedo.
No dudes, di siempre ¡Puedo,
soy un Dios y salgo a flote!
Libera el rocín… y al trote,
voz y adarga por delante
y elévate en Rocinante
con las alas del Quijote.

Lorenzo Suárez Crespo
Pinar del Río, Cuba.

( 2 ) Valen la fuerza, el valor,
el poder, la inteligencia,
la cultura, la conciencia
y el sueño, cuando hay amor.
Perfumante, cual la flor,
lograrás que el verso flote:
que no envejezca y que al trote,
como caballero andante,
se abrace de Rocinante
“con las alas del Quijote”.

Ramón Espino Valdés
Las Tunas, Cuba.

( 3 ) Una cola flor de caña,
la crin suelta por la frente,
de andadura refulgente
con una trenza castaña.
El lomo color champaña,
en el cerro era un coyote,
veloz como el ocelote
dócil a freno tirante;
para mí fue el Rocinante
"con las alas del Quijote".

Carlos Adolfo Rosario Gutiérrez
Trovero del Azuzul, México.

( 4 ) Como soy tiro de salva
en escopeta de amores
me puse a juntar dolores
en el ponite del alba.
En las hojas de la malva
guardé una flama de ocote.
Y bajo el verde pochote
me puse meditabundo
soñando que andaba el mundo
“con las alas del Quijote”.

José Samuel Aguilera
Tuxtepec, Oaxaca, México.

( 5 ) El acto de introspección
es causa de tal esfuerzo,
deja al cerebro disperso
sin sentido y sin razón.
También la meditación
es de la conciencia azote.
Mucho versero en el trote,
con esta cabalgadura,
ha llegado a la locura
“con las alas del Quijote”.