La casa,
un árbol
y el hijo (IV)
A partir del último verso de una décima surge este diálogo: “La casa, un árbol y el hijo” es la frase final de una estrofa perteneciente al poema Últimos días de una casa, del decimario Toque de queda, Premio Iberoamericano Cucalambé 2005, del destacado escritor Carlos Esquivel Guerra (Colombia, Las Tunas, 1968). Con ese sugerente verso como pie forzado, coordinó para Cuba Ala Décima esta controversia el poeta y músico popular Ramón Espino Valdés, nacido en Las Tunas, Cuba, en 1956 y actualmente radicado en México. En el intercambio, del cual ofrecemos la cuarta parte, toman parte ya más de 20 poetas de diferentes países. Mediante el siguiente enlace, la anterior entrega.
( 16 ) ¿ En nombre de quién el hombre
busca andar la madrugada
y hurgar a fondo en la nada
el verbo que le dio el nombre ?....
Se busca el hombre en el hombre
desde su propio acertijo
y recuerda que alguien dijo
que la verdad escondida
es hacer desde esta vida
"la casa, un árbol y el hijo."...
( 17 ) El nombre va en los impulsos
en las visiones tempranas
que el infante juzga sanas
aunque guarden ellas pulsos
de tiempos raros convulsos
que giran en punto fijo.
Yo como ellos elijo
hacer del sueño ventura
y le sumo a mi moldura
“la casa, un árbol y el hijo”.
Karel Leyva
Cuba.
( 18 ) Sobre la dorada espuma
de mi alma, un árbol sembré
y con dolor lo arranqué
crecido: era una “yagruma”.
El espacio se me abruma
descifrando su acertijo
y el pensamiento prolijo
hoy me tritura la sien
porque añoro y me falta en
"la casa, un árbol y el hijo".
María Magdalena Cabrera
Santiago de Cuba.
( 19 ) Nueva Orleáns te vi algente
en los brazos de Katrina,
dejó tu ciudad en ruina
con un llanto muy hiriente.
El coloso prepotente
sordo era ante el llanto fijo,
olvidó hasta el crucifijo
y a los pobres no asistieron
por eso miles perdieron
"la casa, un árbol y el hijo".
Luis Rodríguez Martínez
Santiago de Cuba.
( 20 ) Cuatro tesoros poseo
porque Dios me ha contemplado
y a mi corazón le ha dado
lo que más amo y deseo.
Si me ha enviado otro trofeo
lo conservo y no me aflijo,
en mi conciencia lo fijo
como un triunfo esplendoroso:
nuevo padre, fiel esposo,
“la casa, un árbol y el hijo”.
María de Lourdes Castillo
Veracruz, México.
Para comunicar vía email con Ramón Espino, coordinador de este diálogo, por la dirección ramonev49@yahoo.es o por la dirección revaldes2000@yahoo.es
Etiquetas: controversia, décima, internacional, poesía
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