Bárbara Calderón:
“Soñar que todavía rumbeo
por las calles de Alamar”

La Andariega nos escribe desde Chile

Foto: Tamara Gispert

La poeta decimista Bárbara Calderón (Santiago de Chile, 1960), La Andariega, coordinadora del blog colectivo La décima tiene nombre de mujer, ya está de regreso en la hermana patria chilena, tras una estancia de tres semanas en Cuba. Aquí cumplió con devoción fraterna el plan de invitaciones que organizó el Grupo Ala Décima para facilitar su presencia en diversos espacios literarios de la capital. Ahora nos escribe desde Chile:

Todo estuvo bien en el viaje, excepto esa sensación de irme de mi propia tierra. No te daré las gracias por todo el cariño y la alegría que significó haber estado como una más entre ustedes, porque lo que se recibe desde el amor y se devuelve multiplicado, no amerita agradecimientos sino reciprocidad. Mientras tanto, permíteme soñar que todavía rumbeo por las calles de Alamar saludando a las vecinas como si hubiera vivido siempre en ese barrio. Y capaz que se asome un cocuyo por el cielo y me deje impresionada con su vuelo de luz ante mis ojos. Están todas y todos para siempre dentro de mí. Les abrazo mucho y muy fuerte. Andariega.

Mediante los siguientes enlaces, los encuentros literarios en que participó Bárbara durante su estancia entre nosotros:

- Peña de Luis y Péglez. Primer intercambio con el Grupo Ala Décima.
- Tertulia Lira y verso, dedicada a las mujeres.
- Tertulia La letra en rosa.

A continuación, uno de los poemas en décimas que escribió Bárbara en Cuba:

COMPAÑERA DE VIAJE

Tan lejos, pero es la misma
acompañando mis pasos,
la luna me toma un brazo
si la nostalgia me abisma.
Se morigera su prisma
debajo de las palmeras
por las calles habaneras
la luna se vuelve un son
y alumbra mi corazón
de andariega y decimera.

Con su perfil de mujer
la luna viajó conmigo
ella será mi testigo
de todo lo que hay que ver:
del ron que habré de beber,
de música que no ceja,
de un cocuyo, candileja
que se cruzó en mi camino
y de un verso repentino
allá por La Habana Vieja.

La luna me está esperando
arriba del Malecón,
La Habana es una canción
que está en mi pecho sonando.
Su luz me va recordando
que estamos las dos de viaje,
que hay que hacer el equipaje
aunque nos pueda doler,
porque es preciso volver
al lugar del que la traje.