“Venir a Cuba para mí
siempre es un hallazgo”
Fragmento de entrevista realizada a nuestra hermana chilena Bárbara Calderón, tras su participación en la pasada tertulia Lira y verso, como parte del plan de invitaciones que organizó el Grupo Ala Décima para facilitar su presencia en diversos espacios literarios de la capital. En la imagen, Bárbara y Oneida en un momento de explosiva alegría durante Lira y verso. (Foto: Irina Diéguez)
BÁRBARA CALDERÓN: “VENIR A CUBA
PARA MÍ SIEMPRE ES UN HALLAZGO”
Por Maykel Paneque
Acompañada por las poetisas cubanas Encarnación de Armas Medina y Rossina Eduviges Hernández Vidal, invitadas también a la tertulia para rendir homenaje al 48 aniversario de
“La historia está escrita desde el patriarcado”, aseveró la poeta chilena a CubaLiteraria, “las mujeres hemos estado invisibles, por eso se necesita otra mirada”. “No es un simple juego con el símbolo del cristianismo universal, la idea no es ponerle faldas al patriarcado, sino ofrecer otra alternativa de vivir, de compartir, de aceptar las mujeres nuestras diferencias que, por suerte, las hay”, aseguró.
Autora de los libros Territorio de silencio, Alma de animala, Reflejo de luna hiena y Confuso incidente, Bárbara leyó poemas inéditos de un decimario que terminará próximo a fin de año, aunque se negó a revelar su título “por la posibilidad de que lo cambie”.
Con su visita se cumple el tercer viaje a
Al rememorar su estancia admitió sentirse “apabullada de tanto cariño”. “Nosotros los chilenos no somos muy expresivos como los cubanos. De verdad no sé si merezco todo lo que estoy recibiendo”.
(Vea completa la entrevista mediante este enlace con Cubaliteraria).
Algunos de los poemas de Bárbara publicados en este sitio son el aludido en la entrevista, La otra historia, así como Andariega bajo la luna, A veces y Hay lunas. Ofrecemos otro texto suyo, de marcado aliento erótico.
ABANÍCAME LOS FUEGOS QUE ME APAGO
Un fuego furioso arrasa
la comarca de mis flores
se encenizan sus colores
sus pétalos se hacen brasa.
Mas, tu madera es escasa,
y la lluvia es inclemente,
crepita este fuego ardiente
por no perder su fragor,
se va a apagar esta flor
tardía o tempranamente.
Das limosna a mi fogata,
tan sutil es tu soplido,
que mi incendio enardecido
se muere solo o lo matas.
Ya tus amarras desata
no lo dejes para luego,
que de este perverso juego
me inunda ya su torrente
y me extingue lentamente:
¡abanícame los fuegos!
1 Comentarios:
A la/s 5:49 a.m., Pere Bessó dijo...
Fuertecito el texto.
Abanico, fuego y frutas de la pasión...
Un erotismo que da ganas de ser sábana, como dice la canción popular, por ver el dormir que tienes...
Pere Bessó
Me encantaría que me hicieses llegar, si ello es posible, el correo de Bárbara Calderón. Me encantaría traducirle el poema.
O le das, péglez, el mío, ya sabes:
perebesso@hotmail.com
Abrazos.
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