Miguel Mariano Piñero,
Premio nacional de glosas
Su obra Discursos del solitario
mereció el galardón en ese certamen
El Catauro de la décima de la XLIV Jornada Cucalambeana fue, como de costumbre, el escenario para dar a conocer los resultados del Concurso nacional de glosas “Canto alrededor del punto”, de homenaje al escritor Adolfo Martí Fuentes, organizado por la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé. En esta ocasión, el jurado (Carlos Esquivel, Antonio Gutiérrez y Pedro Péglez González) decidió otorgar el premio, “por el alto nivel estético, limpieza en el lenguaje y excelente elección de las dos redondillas glosadas”, a la obra Discursos del solitario, de Miguel Mariano Piñero (1958, Guáimaro, Camagüey; residente en Las Tunas). El autor tiene publicado el libro Divagaciones entre las nubes y el lodo (Editorial Sanlope, 2009) y aparece en diversas antologías. Ha obtenido premios en concursos nacionales y provinciales, entre ellos el tercer lugar en el X concurso nacional Ala Décima (2010) con su cuaderno Cartas desde el infierno. A continuación, su obra laureada en esta XLIV Cucalambeana:
DISCURSOS DEL SOLITARIO
En la soledad, el solitario se roe el corazón; en el mundo, se lo roe la multitud, ¡escoge!
Friedrich Nietzsche
Primer discurso
Nada prefiero al destino
de perderme y haber vuelto,
si nunca estuvo resuelto
cada nombre del camino.
Carlos Esquivel
Ya no hay telón, primer acto,
soy la máscara del fraude
y ese público que aplaude
es otra cara del pacto.
Sigue la escena, ipso facto
juego un papel anodino,
nada importa, Dios no vino
¿Su omnipresencia es la excusa?
Ante la obra inconclusa
nada prefiero al destino.
Dios me antepone la pena
de nacer sin previo aviso
y denegar el permiso
para asistir a su cena.
Soy el actor en escena
que encarna un judas absuelto.
Entre sofismas envuelto
Dios sigue el juicio inmutable
y me declara culpable
de perderme y haber vuelto.
Para qué me sirve el puente
que Dios nos hizo al costado
si cicatrizó en un dado
con seis caras de serpiente.
El hombre busca impaciente
huellas del ciclo disuelto.
Es sólo un átomo suelto
de la conciencia o el ser
que duda ¿Cómo escoger?
Si nunca estuvo resuelto.
El hombre juega a ser Dios,
apresura su salmodia,
al concluir la parodia
Dios pone un sello en su voz.
El hombre empaca en su adiós
una sátira al destino.
Inicia su vespertino
y entre promesas en falso
descubre que es un cadalso
cada nombre del camino.
Segundo discurso
Para que regrese un ave
que nunca partió al futuro.
El presente es sólo un muro
y un hombre con una llave.
Carlos Esquivel
A veces escucho voces
que me llaman del infierno
¿Será que es mi desgobierno
un desafío a los dioses?
¿Será que el hombre con poses
absurdas hundió su nave?
Hoy nadie entiende que grabe
con gritos de algún cincel
ensenadas en mi piel
para que regrese un ave.
La vida es parte de un trato
donde a veces soy quien muere
y en la bala que me hiere
no reconozco al que mato.
La vida es sólo un contrato
sin póliza de seguro.
Ante mi muerte conjuro
el acertijo sin nombre
para perpetuar un hombre
que nunca partió al futuro.
Sólo un muro ante el espejo,
azogue sin una puerta,
toda escalada es incierta
mas allá del entrecejo.
El hombre traza un bosquejo
de su sino en claroscuro,
pero ese trazo inseguro
desdibuja su salida
y después de la caída
el presente es sólo un muro.
A veces admiro el fuego
luminoso de la cumbre,
para seguir la costumbre
mezquina de mi alter ego.
Dios dicta reglas al juego
imponiendo alguna clave,
pero quizás Dios no sabe
que bajo su azul remoto
hay un mar, un puente roto
y un hombre con una llave.
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—Jesús Arencibia Lorenzo, Premio de glosas 2010
Etiquetas: Cucalambé, décima, jornada, Las Tunas, poesía, premios
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