Antonio Gutiérrez:

“Significativa para
la décima su presencia
en el primer monumento
de la literatura cubana”

Es de significar que en la primera obra de la literatura cubana Espejo de paciencia (1608) —de la cual celebramos este año sus cuatro siglos, N. de la R.—, concebida fundamentalmente en octavas reales, ya se encuentra presente, para regocijo de todos, la bella estrofa de diez versos. Esta obra escrita por el canario radicado en Puerto Príncipe, Silvestre de Balboa Troya y Quesada (1563?-1649?), «cuenta la prisión que el capitán Gilberto Girón (corsario francés), hizo de la persona del ilustrísimo Señor Dn. Fray Juan de las Cabezas Altamirano, año de mil seiscientos y cuatro», incluye en el «Motete» décimas que muestran cierta diferencia con la espinela clásica en la distribución de las rimas (no así con el metro que sigue siendo octosilábico) ya que la fórmula por todos conocida es abbaaccddc, y Silvestre de Balboa emplea en cierto momento abbaaccadd como podemos comprobar a continuación:

La divina omnipotencia
Para regalar al justo,
Le suele dar un disgusto
Para probar su paciencia.
Del prelado la inocencia
El cielo nos demostró;
Y don Gilberto pagó
Su tiranía y violencia.
¡Ay, Dios, y qué gran bondad!
La paciencia y la humildad.

Lo más significativo de la décima para nuestro país en el siglo XVII es, precisamente, su presencia en el primer monumento de la literatura cubana.

Texto completo de este ensayo del poeta e investigador Antonio Gutiérrez (Las Tunas, 1950), en nuestra sección Decimacontexto: Hitos de la décima en Cuba. Visite el sitio personal de este autor en Tunarte, portal de la cultura tunera. Sobre su poemario Umbrales del silencio (Editorial Sanlope, 2007), vea comentario en Trabajadores. Para comunicar con él vía email: librolt@tunet.cult.cu