De Las Tunas

Antonio
Borrego
y su Paisaje
familiar

Foto: Modesto Caballero

Con su breve conjunto de poemas Paisaje familiar, alcanzó Tony Borrego el premio en el concurso nacional Décima y tradición 2008, y esa obra fue presentada en plegable durante el encuentro celebrado en diciembre del 2009, por el aniversario 16 de la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.

Antonio Borrego Aguilera nació en Las Tunas en 1962 y es Licenciado en Dirección Artística de los Medios Audiovisuales, en el Instituto Superior de Arte de La Habana. Tiene publicados los poemarios Doy gracias a Dios de ser ateo (1991); Terrenal (Primera mención concurso nacional Cucalambé 1992; Editorial Sanlope,1993, con el cual se confirmó en la avanzada de los poetas tuneros que abrían camino a la revitalización de la poesía escrita en estrofas de diez versos); Diapositivas (1998); Juegos lunares (1998); Juanillo (2004) y Ovejas y demonios (2007).

En su sitio web personal, valora su obra de este modo Juan Manuel Herrera: “En sus poemas en décimas no encontramos esa fuerza hermética que daña el verso. Estos van sueltos, transparentes en una síntesis dócil hacia la idea y en función del mensaje. Su dominio de esta estrofa lo sitúa entre los más grandes cultores de esta forma poética. Leer su poesía resulta un placer de altísimo valor espiritual porque es leer un poeta de todos los tiempos”. En nuestro sitio, sus poemas Glosa y La playa donde amaneces. Tony Borrego alcanzó el tercer lugar en el concurso iberoamericano Cucalambé 2009. De Paisaje familiar, ofrecemos ahora un poema:

DE MIS ABUELOS A NABORÍ

Sobre la noche de cal
un niño juega a ser Dios
y su canto es una voz
que eriza el cañaveral.
Niño yuntero, sin sal.
Con qué pagas vida y sueño.
Bebiste de aquel empeño
donde letrados con liras
hicieron sonar las güiras
de tu corazón pequeño.

Mudaste para el rocío
la casa y la madrugada
y así cambiaste la almohada:
lágrimas de un vocerío.
Como cargando el hastío
te encontraron cabizbajo.
Ah, campana sin badajo
soñando sin más remedio
que remediando aquel tedio
donde sufres más abajo.

Todas las frutas son soles
si las tocas cuando cantas,
quizás hipérbole o tantas
formas de rumiar bemoles.
Sonatas de caracoles
saben de tu primavera
y aquel padre sin manera
de decir lo que dijiste
se alimenta del alpiste
que nace en la enredadera.

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