Tony Borrego,
caminante
de Terrenal

Antonio Borrego Aguilera (Las Tunas, 1962) es Licenciado en Dirección Artística de los Medios Audiovisuales, en el Instituto Superior de Arte de La Habana y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Tiene publicados los poemarios Doy gracias a Dios de ser ateo (1991); Terrenal (1993); Diapositivas (1998); Juegos lunares (1998); Juanillo (2004) y Ovejas y demonios (2007). En el sitio web personal que se le ha dedicado en Tunarte, portal de la cultura tunera, el poeta Juan Manuel Herrera, especialista de la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, valora su obra de este modo:

Si un poeta dijo “Hazme un sitio en la montura” y montó jinete del verso sobre la autenticidad y la posteridad se llama Antonio Borrego. Voz de un lirismo estremecedor que rebasa todo límite de la emoción; Tony se arranca, desgarra el alma y sus poemas alcanzan la dimensión de lo sorprendente, una espontánea descarnación que se hunde hasta el hueso porque brotan del hueso mismo.

En sus poemas en décimas no encontramos esa fuerza hermética que daña el verso. Estos van sueltos, transparentes en una síntesis dócil hacia la idea y en función del mensaje. Su dominio de esta estrofa lo sitúan entre los más grandes cultores de esta forma poética. Leer su poesía resulta un placer de altísimo valor espiritual porque es leer un poeta de todos los tiempos.

Terrenal, primera mención del Premio Cucalambé 1992, constituye el segundo poemario de este autor tunero. Utilizando rimas asonantes y hasta el metro bisílabo, Terrenal entrega versos que se apartan del tradicional canto a la vegetación para ofrecerle espacio al amor, la familia, el temor, la posteridad y la vejez, logrando un recorrido hacia el interior de un hombre que confiesa, puede “ser la quemadura”; pero que “el agua de buenos ríos surca (su) voz”.

De Terrenal son estas décimas.

GLOSA

Caminante, si tuvieras
que regresar con dolores,
habré designado flores
entre tú y las primaveras.
Si el camino mantuvieras
cercano como el destino,
piensa que existe algún trino
y evita el desasosiego;
pero si te quedas ciego,
caminante, no hay camino.

Por fronda lo que dejaste
en la memoria y la casa.
El humo siempre disfraza
lo que tú siempre anhelaste.
Camina y da lo que amaste
sin pensar que luego el mar
pueda quebrarte el andar
próximo al país vecino.
No le temas al camino,
se hace camino al andar.

Vea la página de Tony Borrego en el sitio Tunarte.