El dúo Ad Líbitum
cumple una década

Trabajarán para niños este sábado
y el 28 serán los invitados principales
en el aniversario 15 de nuestra Peña

En estos días está ya en celebraciones por su décimo cumpleaños el dúo dramático-musical Ad Líbitum, integrado por los poetas María de las Nieves Morales (Ciudad de La Habana, 1969) y Leonel Pérez Pérez (Puerto Padre, Las Tunas, 1966), miembros fundadores del Grupo Ala Décima, en cuyas actividades principales toman parte activa. Recientemente integraron la delegación del Grupo Ala Décima al IV encuentro nacional Décima al filo, en cuya actividad final estuvieron presentes, ante los micrófonos de Radio Guáimaro.

Ambos son escritores reconocidos nacional e internacionalmente, y en su trabajo como dúo Ad Líbitum entrelazan manifestaciones como la poesía, la trova y la narración oral escénica. Se presentaron por primera vez en 1998, en el encuentro por el aniversario quinto de la Peña de Luis y Péglez, y el 7 de febrero del 2000 estaban entre los fundadores de nuestro Grupo.

Como parte de las actividades por el cumpleaños del dúo, está la peña infantil que realizarán el próximo sábado, día 19, a las 10 de la mañana en el Instituto Cubano de la Música, sito en calle F entre 15 y 17, Vedado. El lunes 28, a las 3 de la tarde, serán los invitados de honor en el encuentro por el aniversario 15 de nuestra Peña, como siempre en la Biblioteca Tina Modotti, en Alamar, municipio de La Habana del Este. Más adelante, el 18 de septiembre, a las 8 de la noche, en el teatro del Museo de Bellas Artes, en la Habana Vieja, será su concierto central por la década de visa artística, con lo cual se iniciará su gira de aniversario por distintas localidades del país.

De su repertorio, en el que abundan textos en décimas musicados por Leonel, ofrecemos estas estrofas de la poetisa Reina Esperanza Cruz, de Puerto Padre.

Yo no estoy. Yo nunca estuve.
El azar no me prefiere.
Un frío dardo me hiere.
Yo soy tan sólo esa nube.
El soplo de luz que tuve
se apagó. Es la cordura
una lejana figura
que no alcanzo, que no alcanzo,
y cuando mis redes lanzo
sólo atrapo la locura.

Vengan, locos, a mi fiesta,
traigan su mundo al revés
y caminen a través
del si bemol de la orquesta.
Vengan, locos, a mi fiesta,
traigan su loco sonido,
traigan un pájaro, un nido,
traigan su silencio triste,
traigan al toro que embiste,
que aquí nada está prohibido.