El hermano poeta nos deja
un profundo legado de amor
Con dolor inenarrable el Grupo
Ala Décima da a conocer la desaparición física de uno de sus miembros: El
hermano poeta Juan
Manuel Herrera Álvarez ha fallecido en la ciudad de La Habana como
resultado de una prolongada enfermedad. Nos deja una inmarcesible huella de
amor por la vida, por la humanidad, y por el arte y la literatura. El actual proceso de revitalización de la
décima escrita cubana, iniciado entre finales de los 80 y principios de los 90
del pasado siglo, lo tuvo entre sus adelantados, los poetas que dieron con su
obra tempranas señales de ese interés, y también entre los protagonistas de los
sucesos colectivos que influyeron en la nueva coyuntura estética, como el
surgimiento en 1993 del Grupo
Espinel-Cucalambé, creado en Puerto Padre
(perteneciente a la provincia de Las Tunas) por esa emblemática figura que es Renael
González Batista. De ambos elementos no es posible hablar sin referirse a Juan
Manuel, nacido el 21 de diciembre
de 1955 en Camagüey, formado como escritor en la ciudad puertopadrense,
fundador junto a Renael
de la mencionada agrupación y merecedor en el lapso aludido, por dos ocasiones,
del Premio Nacional Cucalambé. Su único libro publicado, La luz me
toma (Editorial
Sanlope, 1992) es de los títulos de obligada referencia en la etapa inicial
de ese proceso.
En el 2013 integró la filial
del Grupo Ala Décima en Las Tunas. En nuestro sitio hemos publicado, entre
otros textos suyos, su poema en tres décimas endecasílabas titulado Ruidos,
con una de las cuales lo evocamos ahora, como si lo abrazáramos con sus propios
versos para decirle que siempre llevaremos en nuestros pechos el compromiso de
ser fieles a su ejemplo de artista y de ser humano, aunque ahora su partida nos
sumerja en el dolor.
Bajo este sol amargo de tu
ausencia
medita mi reloj y su resaca
he visto lagrimear entre la opaca
mansedumbre a mi perro y su impaciencia.
Su ladrido de sombra, su impotencia
apuñalan la tarde que retumba.
Ya partieron los ojos, se derrumba
el ajuar de los panes prometidos
que deja por la casa graves ruidos
y esta anciana tristeza que me tumba.
A sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, alumnos, hermanos en
la vida y la poesía, nuestras más sentidas condolencias.
A LA MUERTE
(Odalys Leyva nos hizo llegar esta décima improvisada por Juan Manuel en la Peña de
la Décima, Las Tunas, 21-12, 2007)
Yo no iré a la oscura grieta,
a ese frío cautiverio,
ni pensaré en el misterio
que me aguarda en esa meta.
La muerte nada me inquieta
aún cuando venga iracunda
y si llega con su inmunda
pasión yo la detendré
pues soy poeta y sembré
una vida bien profunda.
DESDE EL DOLOR
Muerte que cierras los ojos
de un ser ejemplar y humano
¿Por qué tomaste su mano
con turbulentos cerrojos?
Dañaste con tus abrojos
a un hombre de canto y miel,
él marchará en un bajel
siempre recordado y tierno
no se va, vuelve a lo eterno
nuestro hermano Juan Manuel.
Etiquetas: Ala Décima, Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, décima, escritores, homenaje, Las Tunas, poesía, tributo
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