Carta a Tony Mapeyé
Al hermano puertorriqueño
deseos en versos de Papillo
no es la hora de partir,
aún falta por construir
tu sueño de ser humano;
no partas, aún es temprano,
dile al jíbaro que habita
en tu pecho que la cita
con la existencia se alarga,
que es muy pesada la carga
y el mundo te necesita.
toma mi mano y mi aliento
y resiste el sufrimiento
que en este instante te toca;
nada en el mundo sofoca
tu espíritu luchador:
¿escuchas ese clamor?
es el pueblo del coquí
que está llegando hasta ti
a marejadas de amor.
que invadieron tu regazo,
no nos prives del abrazo
y la buena compañía;
no puede la parca impía
-ni con todo el esplendor
de su mundo abrumador-
quebrantar el amuleto
de admiración y respeto
que existe a tu alrededor.
de todo el bien que has sembrado,
la vida está de tu lado,
la luz que en tu pecho vibra
es la misma que te libra
de este alto en el sendero;
queda mucho derrotero
que andar después de esta espera:
te queremos aquí afuera,
hasta pronto compañero.
Etiquetas: décima, fraternidad, poesía, Puerto Rico, repentismo, solidaridad
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