En el Centenario del poeta

Lezama
en su isla

Este 19 de diciembre se cumplen cien años del nacimiento de uno de los más grandes escritores cubanos

Imagen: Lezama visto por Jesús Lara Sotelo. Técnica: carboncillo sobre lienzo

Por Yuris Nórido
Tomado de Trabajadores

Sentado en su sillón, frente a la ventana abierta, mirando la calle Trocadero, escuchando el barullo de la ciudad, José Lezama Lima vivía su aventura cotidiana. Viajaba sin salir de sus cuatro paredes, que es una de las más extraordinarias formas de viajar: las fronteras son las de la propia imaginación. Recreaba el mundo. Creaba un mundo, a la manera de un demiurgo.

Vea la crónica completa, mediante este enlace, en nuestra sección DECIMACONTEXTO.

En los archivos de Cuba Ala Décima, acerca del poeta, una estrofa del poema Agua oscura —según la publicó Diversarima, sitio del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (CIDVI)— y las décimas que dedicó Fina García Marruz, Premio Nacional de Literatura 1990, a Lezama, recogidas por CubaLiteraria. También, dos estrofas del poema Amanecer en Viñales, del propio autor de Paradiso, incluidas en el primer tomo de Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (1900-1959), rigurosa antología de Mayra Hernández Menéndez y Waldo González López (Casa Editora Abril, 2009). Gracias a la gentileza de estos autores, fraternos colaboradores de Cuba Ala Décima, ofrecemos ahora la última estrofa del ya mencionado conjunto Agua oscura, integrado por 24 décimas:

Viene la noche irónica
con remedos de botín,
al pasar un serpentín
se muestra aún pletórica.
La noche cae el confín
como si fuese una larva,
más escarba y más escarba.
Al penetrar con su lanza,
como una esperanza parva
al ciego de bienandanza.

INFORMACIÓN RELACIONADA:

—Lezama y el lenguaje.- El frío de este diciembre no impidió que las lingüistas Marlen Domínguez Hernández y Ana María González Mafud dieran continuación al ciclo de conferencias dedicado al Centenario de José Lezama Lima. El tema abordado en esta ocasión fue «Lezama ante el lenguaje».