Zulema y su Sed de ondina

El espíritu de su laureado poema en décimas parece echar luz sobre sus más recientes logros en narrativa, incluido un libro de cuentos publicado on line

Por Pedro Péglez González

Aunque acaso ella no lo sepa, para Zulema de la Rúa, Sed de ondina es mucho más que el título de uno de sus poemas. En mi opinión, para ser más preciso, de uno de sus mejores poemas.

Para Zulema, aunque quizá lo ignore, el alcance de su título Sed de ondina tiene que ver con ella misma, o mejor, con la ninfa que habita en ella misma, y la impulsa a esa necesidad imperiosa de beber en las aguas, no sólo en las de las Ciencias y las Letras, sino en las aguas todas —no importa si transparentes o turbias— de la verdad humana, de cierto compulsada por la deidad que lleva en sí, tal vez remedo de la ninfa que, según el diccionario, “se supone inspiraba a Numa Pompilio sus resoluciones”.

Y diga usted si no: Zulema de la Rúa Fernández (Ciudad de La Habana, 1979), ya no tan novel escritora, explora disímiles caminos, y lo hace con afán y con acierto: Ha alcanzado lauros como narradora y poetisa versolibrista en el concurso Farraluque de literatura erótica —de ellos, el más importante, el de poesía en la edición del 2004 con su texto La sobrevenida—. En narrativa, además, el premio Abdala 2003, el tercer premio La pluma de Punta Brava 2005, el premio del Mar en el concurso Ernest Hemingway 2006, el Luis Rogelio Nogueras 2008 —con su libro Habana Underground—, y en el 2009, el importante Premio Calendario, de la Asociación Hermanos Saíz, con su volumen Cuentos para huir de La Habana, una de cuyas piezas, Mundos de viento, publicó este año el suplemento literario El tintero, del diario Juventud Rebelde.

La imagen es de febrero, durante la XIX Feria Internacional del Libro Cuba 2010. Zulema recibe el Premio Calendario de manos de Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y Premio Nacional de Literatura 1994.

Si bien en la narrativa es donde más ha cosechado, en todos estos años no dejó de la mano la poesía —sin desconocer, claro está, la carga lírica presente en sus cuentos—: Sin abandonar los versos libres, entró a explorar con vehemencia las posibilidades de la estrofa poética de diez versos, y en el 2007 (se) sorprendió con el Premio Juventud Rebelde en el VII concurso nacional Ala Décima, por su cuaderno Sed de ondina, un único y extenso poema desbordado de aliento pasional.

Pero al principio hablé también de Ciencias, y es que Zulema de la Rúa se desempeña en la noble profesión de enfermera, en la sala de prematuros del Hospital Nacional, en la zona más occidental de la capital cubana. Podía ser solamente una enfermera eficiente y dedicada, y ya su multiplicidad de empeños hubiera sido cosa de respeto. Pero no: Zulema es una enfermera que procura las profundidades de su oficio en bien del ser humano.

Ya es Máster en Atención al niño, y no le basta: La inquieta ninfa que la habita la impulsa a otros senderos, hacia más lejos. Y sin estridencias ni aspavientos, con la mayor tranquilidad del mundo, me advierte en su mensaje más reciente: “Por el momento te digo que no pienso escribir más, que me tomaré unos cuantos añitos de descanso. Quiero enfocarme en algunos trabajos de investigación de neonatología para presentarlos en algunos fórums de medicina, hacer dos o tres maestrías más, algún que otro postgrado y esas cosas”.

Entonces, ¿podrá alguien rebatirme el presupuesto de que Sed de ondina es, para Zulema de la Rúa, mucho más que el título de un poema? Mientras tanto, como para cerrar en alto una etapa, acaba de ser publicado, en versión digital, su libro de cuentos No reveles tu instinto, con cubierta del pintor cubano Armando Tejuca, volumen que puede ser visto, mediante estos enlaces, en los espacios web Createspace y Atom Press. Allí se le presenta de este modo: “Cuentos eróticos. El instinto, como una entrada o una salida. Como una sombra invisible dentro del cuerpo y el alma. Como algo que se va formando de una manera independiente y sutil que definirá tu metabolismo, tus pensamientos, la imagen que tienes de ti mismo. Como algo que, en definitiva, no podrás detener. No reveles tu instinto son cuentos para analizar, descubrir, o enterrar el instinto”.

Partes del conjunto Sed de ondina pueden ser vistas en nuestros archivos, haciendo clic en los links que siguen: estrofas 1 y 2, estrofas 3 y 4, y estrofas 8, 9 y 10. Para completarlo, ofrecemos aquí las estrofas 5, 6 y 7:

SED DE ONDINA

(Fragmento)

V

Ya entramos en el Averno
…………………del lúdico
…………………desenfreno
(quizás el silencio es trueno
en el corazón sereno)
¿Quién fabricó el tul veneno
de todas las…..frustraciones?
¿Nunca se tornan
……………………canciones
los sueños que desgarramos?
¿No está lo que más deseamos
inmerso en las……emociones?

VI

Tus caricias son cadenas
propuestas
por Epicuro
-¿El mar es lo más….oscuro
en las aguas de otras venas?
-¿Adónde van las…..sirenas
orgasmos…..del pensamiento?
-¿Es naufragar un talento?
-¿Qué es Heráclito…..el destino
un gemido…….un desatino?

-¿Es mi pasión aquel viento?

VII

Hondos pedazos de muros las penas
que presentimos……..(La muerte
que percibimos será una unción
de conjuros entre los parias oscuros)

Navego hacia el.........Aqueronte
sin haber llegado al monte del Olimpo
Gran empeño
Mas
¿es una luz o un sueño
la línea del horizonte?