Desde Pinar del Río

Un adiós, una convocatoria
y un brindis en fin de verano

Por Lorenzo Suárez Crespo

La Casa de la Décima Celestino García estuvo matizada en esta cita estival que ya tiene su cierre con variadas actividades donde ha venido confluyendo un público muy amplio en género y edades, todos atraídos por los efluvios musicales del folclor campesino y los ecos de la malara en sus poetas improvisadores.

El pasado sábado 29 se dio a conocer la convocatoria del concurso de décimas Por la paz y contra el arma nuclear, de la Casa de la Décima, esta vez auspiciado por uno de nuestros más importantes colaboradores, el poeta e investigador Jorge del Valle.

Podrán concursar los poetas pinareños residentes en cualquier punto del mundo y pueden hacerlo con un trabajo de una sola décima o hasta diez, pero con el tema requerido. Lo harán en original y dos copias y deben enviar los trabajos a la Casa de la Décima, Calle 7ma Final, Reparto Celso Maragoto, Pinar del Río, CP-20100. Cuba. Podrán hacerlo también por correo electrónico a nuestro email: lorenzosuarezc@yahoo.es

Los premios consistirán en una guitarra para el primer lugar y objetos artesanales y libros para las menciones. La premiación será el 20 de octubre en la Casa de la Décima durante el cierre de la Jornada por el Día de la Cultura Cubana de 2009.

Esa misma noche, tras la convocatoria, el público degustó la infusión típica de este escenario bucólico, el Caisimón de Anís, motivo más que suficiente para que los poetas se inspiraran y entre ellos, el improvisador invidente José Lorenzo:

Al público visitante
le ofrendamos amistad,
libros, solidaridad
y el arte de quien le cante.
Más de un poeta vibrante
le tocará el corazón
con la sencilla expresión
del que sueña con la vida
y ofrece como bebida
un brindis con Caisimón.

Un brindis con Caisimón motivó a otros poetas y ya hemos recibido algunos trabajos con este pie forzado que constituye desde ahora un reto para quienes nos quieran acompañar en toda Hispanoamérica y que formará parte del patrimonio de la Casa de la Décima.

El domingo 30, aún espejeante en el Guamá el suave murmullo de las malaras que ondean en sus aguas, una buena representación de niños admiradores de la institución se dieron cita allí y les ofrecimos un variado regalo de poesías, décimas, narraciones y juegos.

Este ha sido uno de los veranos más ardientes de nuestro país, pero acá en la cola el caimán, y específicamente en la Casa de la Décima Celestino García, una abundante vegetación, las rumorosas aguas del Guamá y los ligeros movimientos de las pencas de las palmas han suavizado estos rigores para hacer más evocador el paisaje y dar motivos líricos a los poetas en su vocación decimística.

Ahora que el Ranchón de los repentistas le dice adiós al verano y espera las cartas de los admiradores con sus décimas sobre La paz y contra el arma nuclear y alguno que otro que nos escriba al abordar el pie forzado Un brindis con Caisimón, el espacio queda abierto para echar a volar, cada sábado en las noches, la más auténtica estrofa de nuestra poesía y sello de identidad, la malara.

Agradecemos la colaboración de Zenia Regalado para el procesamiento de esta información. De Lorenzo Suárez Crespo puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz.