Cuba Ala Décima

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jueves, octubre 30, 2008

Del Premio Iberoamericano
Cucalambé de este año

Odalys Leyva
y su Juicio final en Roma

La imagen, del pasado mes de julio, fue tomada poco después de la premiación, en el Catauro de la décima de la XLI Jornada Cucalambeana. De izquierda a derecha, Odalys, ganadora del Premio iberoamericano Cucalambé 2008, la investigadora Mayra Hernández, el poeta e investigador Carlos Chacón y el cantante popular Tony Iznaga, hijo de Inocente Iznaga, El Jilguero de Cienfuegos, una de las figuras homenajeadas en esta Cucalambeana. Delante, Péglez, Premio Cucalambé 2000 y 2004, en esta ocasión integrante del jurado. (Foto: Waldo González López).

Odalys Leyva Rosabal nació en Jobabo, Las Tunas, en 1969, vive desde niña en el municipio camagüeyano de Guáimaro, y desde allí dirige el grupo de creadoras Décima al filo. Poetisa, narradora, investigadora y antóloga, ha obtenido importantes galardones en concursos y eventos literarios provinciales, nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Décima Joven de Cuba 2003, el Premio Ala Décima 2004 y el segundo premio en el Iberoamericano Cucalambé del 2005, 2006 y 2007. Es actualmente miembro del Grupo Ala Décima.

De su libro ganador del Premio iberoamericano Cucalambé 2008, Demonio lujurioso del reflejo, es este poema.


JUICIO FINAL EN ROMA


He recobrado el camino
Se me ha vuelto una estocada
pero es un barco la espada
o un esquife sin destino
¿Dónde vuelve el peregrino?
(salta del lecho al umbral
bajo el incendio final
de Dios, ábrese el cerrojo
cuando una mujer de rojo
perdida está en el canal)

Perdida está en el canal
sin un salmo a su herejía
No es proverbio la osadía

con que intenta lo infernal
(como una sombra banal
se llueven los enemigos)

Otros serán los testigos
del crimen que anuncia el mundo
Perdónenme, si me hundo
el final no tiene amigos!

El final no tiene amigos
oh herejes, fornicadores
meretrices, purgadores
homosexuales, mendigos
Oh lascivia en los abrigos
como un dolor de saetas
Cuántas bahías secretas
guardan las antiguas redes
que rompen en sus paredes

el grito de los profetas.


Vea otras muestras de su obra poética, mediante estos enlaces, en los sitios Laberinto del Torogoz y Arte poética, del poeta salvadoreño André Cruchaga.

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