XLI Cucalambeana

Odalys Leyva
recontextualiza
a Roma

Desde su libro ganador del Premio Cucalambé

En el Catauro de la décima, cita de los escritores y los lectores en la XLI Jornada Cucalambeana, tuvo lugar la ceremonia del Premio iberoamericano Cucalambé 2008. El jurado —integrado por los poetas Alberto Garrido, Jesús David Curbelo y Pedro Péglez González— anunció su acuerdo unánime de conceder “primer premio, por la sólida arquitectura de la obra, en que se percibe un cuidadoso cincelado escritural, mediante el cual se aborda la actualidad trascendiendo de un corpus literario que recontextualiza a una de las culturas clásicas de la Antigüedad, al cuaderno Demonio lujurioso del reflejo, presentado bajo el seudónimo Dante”.

Una vez abiertas las plicas, se comprobó que tal obra y seudónimo respondían a la autora Odalys Leyva Rosabal, nacida en Jobabo, Las Tunas, en 1969, y residente desde niña en Guáimaro, Camagüey. El Máster en Ciencias Ramón Batista, director de la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé —institución convocante del concurso—, se refirió a la persistencia y calidad literaria de Odalys, quien había obtenido menciones en anteriores ediciones de este certamen, y en los últimos tres años había alcanzado el segundo puesto, según la valoración de los diferentes jurados que actuaron en cada uno de ellos.

A continuación, uno de los poemas, concebido en décimas endecasilábicas, perteneciente al conjunto merecedor este año del más alto galardón de la décima escrita.

CLEOPATRA DESAHOGA
SUS LABERINTOS DE PIEL

… frente al burdo espejismo de Roma
no hay quien haga lo bueno, no hay quien
busque entre lo absurdo la salvación.

Ronel González Sánchez

No importa que mi piel sea laberinto
cuando en mí apenas tiembla la cordura.
Existe un vericueto en la locura
y se enerva la raza de mi instinto.
No habrá dioses que escondan el recinto
donde a mi César lo ha besado un hombre.
¿Por qué soy tan fatal con otro nombre?
¿Por qué duermen mis ganas en la orgía?
(El incesto provoca la agonía
entre Roma y Egipto.) Quien se asombre
ha de perder lugar en su desnudo,
y morirá por siempre en esa Roma
donde el sexo es fugaz y nadie asoma
parlamentos de amor. Como un escudo
el goce es tempestad, concierto agudo
(varias hembras se tuercen en la cama
y los machos se inquietan). ¿Quién derrama
esa sofocación de prole oculta?
Soy la reina, cuyo fragor insulta
a un César que su cuerpo no reclama.

Ramón Batista, director de la Casa Iberoamericana de la Décima, habla sobre Odalys una vez dado a conocer el Premio. (Foto: Waldo González López)