Tejer y destejer los versos
Foto: Caligari Escobar García.
Me es difícil
recordar cuándo conocí a Elizabeth Reinosa Aliaga. Sin embargo, asocio de
inmediato su nombre al proyecto Luces atrave(r)sadas, el cual reunió a
numerosas jóvenes poetas cubanas y permitió que aquellos rostros nuevos —y la
poesía detrás de los rostros— encontrara al público en diversos ámbitos
culturales del país. Si hago memoria —y busco con tranquilidad en los
vericuetos del recuerdo— Elizabeth vuelve a aparecer como la decimista que
Péglez, ese poeta y promotor incansable, me presentó hace mucho tiempo. Desde
entonces nos hemos encontrado oportunamente gracias a proyectos, antologías e
intereses comunes.
Elizabeth, en
unos pocos años, se ha convertido en una voz poética que ya no es desconocida
para el lector asiduo del género. Y como la poesía es su centro —uno de los
centros de Elizabeth— me animo a preguntarle sobre ella.
¿Qué es, y
qué no es, la poesía para ti?
Es una
pregunta difícil, que supone una frontera que debo colocar en algún sitio. En
lugar de definir, prefiero hablar de sensaciones. Concibo la poesía como un
estado de movimiento que no cesa. A veces incomprensible, todo el tiempo
desafiante. Persigo la poesía que me conecta con lo esencial, con lo primigenio
pero también esa que me reta constantemente, que me hace pensar, que me deja
sin aire y me hace volver sobre la idea.
Madame Bovary:
mi mano se estremece con
cianuro, he salido en claroscuro para caer sobre el plano surrealista. Pierdo y
gano la guerra con la conciencia. Ya no se funde la ausencia de mi rostro en
los vitrales, acelero los finales y doy motivo a la ciencia psicoanalista de
dar una razón al olvido. Para Freud pude haber sido utopía, broma, azar. Me
confundo, logro estar pernoctando en este sueño que me inventas, un pequeño
laberinto sin salida, gota de cera, homicida tentación contra mi empeño de
coser las cicatrices, con las piernas bien cerradas como puertas, -las miradas
que acuchillan... los deslices de otra existencia: matices de la cuerda y la
ruptura- Añoro verme segura y caminar sobre el fuego. Toco el vacío, me niego a
tener el alma pura.
Madame, un hombre me llena
de estocadas. La saliva se torna semen, deriva hasta el pecho, me envenena con
lentitud, vuelve ajena mi voz, la palabra arde en mis labios. Otro alarde: la historia que se repite. Debo asistir
al convite…
Adiós, Madame, llego tarde.
MÁS SOBRE LA
ENTREVISTADA:
RECIENTES EN
DECIMACONTEXTO:
- TODA
LA LUZ CON VERSOS ESTIVALES. Por Merari
Mangly Carrillo, presidenta del Grupo Toda luz y toda mía y representante del Grupo Ala Décima en Sancti Spíritus.
RECOMENDAMOS EN ESA SECCIÓN:
- MAYÉUTICA
DE LA DÉCIMA CUBANA. Prólogo de Roberto Manzano a libro sobre la actual poesía
escrita en estrofas de diez versos, compilación de Alexander Besú.
- PALABRAS
POR LOS 18. Pronunciadas por el poeta Pedro Péglez González, presidente del
Grupo Ala Décima, en el XVIII Encuentro Nacional Ala Décima.
En este momento, se nos está permitiendo visualizar solamente las dos o
tres últimas entradas, lo cual está absolutamente fuera de nuestras manos, de
modo que a la recomendación que siempre hemos hecho a nuestros visitantes de
atender a las informaciones recogidas en el panel derecho, añadimos la de ver
el sumario —los diez textos más recientes—, en los finales de ese panel.
Etiquetas: concursos, décima, Granma, Holguín, jóvenes, La Habana, mujeres, poesía, premios
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