Un poema
improvisado
Con la
fraternidad de siempre nos escribe desde Estados Unidos, donde reside hace
años, el poeta cubano Efraín
Riverón (1942, Güines, Mayabeque), quien cultiva la poesía en estrofas
de diez versos, por igual en la escritura y en la oralidad, legado que le viene
de su padre, el emblemático Francisco
Riverón Hernández. Efraín escribió estas décimas el 14 de febrero, y
sobre ellas nos dice: “No sé si pensando en mí, en otros o en muchos, me senté
frente a la computadora a escribirle estos versos al día de hoy. Tan señalado
universalmente y vivido de la misma forma. Solamente tienen el valor de haber
sido improvisados. Espero que los aludidos se hagan dueños de ellos y los que
no, también”.
HOLA, FEBRERO
Ven acá, Febrero:
Dime
(pero dime de
verdad)
¿cómo es la
felicidad
cuando el
corazón la exprime?
¿Acaso canta?
¿Redime las
arterias?
¿Baja o sube?
¿O es posible
que de un cube-
tazo, tire
cinco ases?
¿Que desnude
los disfraces
y llueva como
una nube
que no
escampe ni un segundo,
que desborde
cuerpo y beso
y le sume un
alma al yeso
y lo haga
amor errabundo?
¿Dime, Febrero,
qué mundo
le abro al
arquero y su flecha..?
¿Y en medio
de tan estrecha
ansia-azul-oscuridad,
qué hago con
mi soledad
sentada sobre
esta fecha?
Nada…
Nada...
No hay
respuesta.
-Te me
silencias, Febrero-,
y ruedan en
el cantero
rosas que no
tienen fiesta.
En el tiempo
se recuesta
cierto sabor
agrisiente,
y ángel y
desobediente,
con pasos de
suave olvido,
cierra los
ojos Cupido
y me pasa por
enfrente.
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Etiquetas: Cuba, décima, Estados Unidos, poesía
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