Responde Karel:

caprichosamente ajeno
y la luz que trae el trueno
lo adorna cual nívea flama
yo brindo por la cercana
manera de reencontrarnos
para así poder vengarnos
del tiempo y de la distancia
ahora que el año se escancia
y apuesta por añejarnos.
alguna hilacha carnal
restaurará el arsenal
que ha roto el viento futuro
de un invierno ya seguro
en la Rusia legendaria
Ha de ser la cura diaria
pues según se recomienda
una herida no se enmienda
con la caricia primaria.
Y le contesta Frank:
para todo
siempre existe una excepción.
Heridas sin curación
se han curado de algún modo.
Una caricia lo es todo
pues siempre es necesaria
es la inercia humanitaria
que a nuestro dolor enmienda.
y es mucho más que una venda
a pesar de ser primaria.
primera que se desnuda
ante el rito de la ayuda
sin interés
ni malicia.
En esta hora ficticia
de zombilismo moderno
donde un desamor interno
es la tendencia diaria.
Esa caricia primaria
prefiero yo en el invierno.
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Etiquetas: Ala Décima, controversia, décima, diálogo, intercambio, La Habana, Moscú, poesía
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