Cuba Ala Décima

Veinte años hacia el sur

Cumple dos décadas el Grupo Literario Sur. Del 19 al 22 de septiembre, en Pilón, Festival Nacional Al sur está la poesía. El Grupo Ala Décima le envía su abrazo

Por Alexander Besú Guevara, Premio Iberoamericano Cucalambé 2007 con el libro Bitácora de la tristeza. Miembro del Grupo Ala Décima y su representante en la provincia de Granma

Al sur del cacicazgo de Macaca,

dejando sobre el mar un rastro acústico,

se acerca la poesía a un muelle rústico,

luego detiene su bajel, y atraca.

Huyendo del bullicio y la alharaca

busca refugio en esta serranía.

Buen sitio para alzar su escribanía.

Buen sitio para su aliteración.

Por eso en la ensenada de Pilón

anida, año tras año, la poesía.

Así lo ha hecho desde hace veinte años. Siempre en el mismo sitio: la ensenada de Mora. Y luego de fijar su asentamiento, salió a buscar adeptos. Y fue entonces que contactó un grupito de idealistas que se reunía diariamente para apostillar el mundo, y los convirtió a su fe para siempre. La gente los llamaba locos, raros, e incluso amanerados…, pero ellos no hicieron caso a ninguna voz peyorativa. Aunque hubiesen querido no podían: estaban encantados, literalmente. Un poderoso utensilio comunicativo había sido puesto en sus manos, y comenzaron a usarlo públicamente, desvergonzadamente, para desafiar la hostilidad de lo ignaro. Ya otro loco llamado John Lennon lo había dicho: “Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día”. Y la gente comenzó a preguntarse quienes eran aquellos que hablaban tan bellamente. Y comenzaron a admirarlos en secreto y a agruparse a su entorno y a escucharlos con una atención inusitada. Hasta que alguien gritó: ¡son nuestros poetas! Y se desató un sentimiento de orgullo y pertenencia. Y aquellos locos no paraban de hablar raro y de escribir. Y comenzaron a convocar a otros que, como ellos, soñaban en voz alta y públicamente. Y juntos hallaron la manera de corporeizar la utopía, de materializar la entelequia. E hicieron un coro consciente e inspirador que hoy, veinte años después, continúa haciendo proselitismo a favor del amor. Aquellos excelsos locos de nombres comunes como Gustavo, Nelson, Alejandro, Sixto, Gabriel, y otros, inscribieron el nombre de su pueblo en el mármol lírico del mundo, y jalonaron el Sur como el punto más idílico de la Rosa Náutica, mientras la poesía los contempla orgullosa desde su nido.

Un brote de pensamientos

sublimes, eso es Pilón:

una fuente, un borbotón

de novedosos acentos.

En la Rosa de los Vientos