Desde Matanzas

En el cielo con la décima

Celebrada competencia de improvisadores

Texto y fotos: Modesto Caballero Ramos

Otra vez Matanzas se creció, como ya es su gloria, en un evento de repentismo: el llamado Primer Clásico de la Décima en Cuba, título que —amén de que pueda ser o no cuestionado— no fue ni es lo esencial. Lo esencial fue la sencillez de la organización, la masiva participación de la población, seguidora de esta faceta de la cultura más genuinamente cubana, y no por cierto patrimonio único del campesinado, porque hace rato ha sobrepasado esos límites nuestra Estrofa Nacional para ser de todos los sectores de nuestro pueblo. Por eso solamente valdría la pena escribir una reseña. Pero es que hubo mucho más.

Organizado y dirigido por ese incansable promotor cultural y absolutamente voluntario que es Fernandito García, el evento transcurrido el 25 de julio, víspera del aniversario 56 del Asalto al Cuartel Moncada, al cual se dedicó, tuvo entonces, además de la significación cultural, una importante connotación política. El Primer Secretario del Partido provincial y otros dirigentes estuvieron presentes. Este encuentro, coauspiciado por más de una institución del territorio, liderado por la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) y el CIDVI (Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado), reunió a una veintena de poetas de Matanzas, Pinar del Río y La Habana. De esta última, a decir verdad, se esperaba una participación numerosa dada la calidad de su repentismo, pero del territorio habanero participó un solo poeta, Osbel Suárez, debido a que en Güines, el mismo día y hora, se celebró otro evento poético.

En el jurado me acompañaron los poetas matanceros Sergio Lima y Gobier Cruz Villalonga. En la fase clasificatoria quedaron los ocho poetas que mayor puntuación obtuvieron. Fueron ellos el ídolo matancero Jesús (Tuto) García, Yoslay García, Leandro Camargo, Luisito Quintana, Oniesis Gil, Osbel Suárez, Noel Jiménez y José A. Morales, Pepito. En la siguiente fase, efectuada entre las diez de la noche del 25 hasta las dos de la madrugada del 26 de julio, quedaron Tuto García y Luisito Quintana empatados en el primer lugar. Al ser llamados para dos rondas de pies forzados para el desempate, en un gesto que habla de la tremenda amistad que los une, renunciaron a ello. El tercer lugar correspondió a Oniesis Gil y el cuarto a Leandro Camargo.

El premio de la popularidad recayó en Yoslay García y el más joven participante fue el poeta de 16 años Pepito Morales, poseedor de un extraordinario talento que le augura un brillante futuro, alumno de Luisito Quintana y con quien quiso el caprichoso destino tener que enfrentarse en las dos rondas en que participó.

Referencia aparte merecen los más de 700 espectadores que se mantuvieron firmes en el complejo gastronómico que responde al nombre de Guachinango junto al bello río San Juan, con numerosas construcciones rústicas de guano y cujes que le dan un aspecto rupestre encantador: nada mejor para realizar eventos como este en la misma ciudad llamada Atenas de Cuba.

Agradecimiento particular para el familiar tratamiento que recibimos los invitados por parte de los anfitriones y en particular a Fernandino García y a María Elena, su esposa, y la atenta presencia de Mercedes, la funcionaria de la ANAP provincial, que se mantuvo todo el tiempo junto a nosotros.