La casa,
un árbol
y el hijo (III)
A partir del último verso de una décima surge este diálogo: “La casa, un árbol y el hijo” es la frase final de una estrofa perteneciente al poema Últimos días de una casa, del decimario Toque de queda, Premio Iberoamericano Cucalambé 2005, del destacado escritor Carlos Esquivel Guerra (Colombia, Las Tunas, 1968). Con ese sugerente verso como pie forzado, coordinó para Cuba Ala Décima esta controversia el poeta y músico popular Ramón Espino Valdés, nacido en Las Tunas, Cuba, en 1956 y actualmente radicado en México. En el intercambio, del cual ofrecemos la tercera parte, toman parte ya 15 poetas de diferentes países. Mediante el siguiente enlace, la anterior entrega.
( 11 ) Las casas son los jardines
donde hay plantas con aliños,
yo me refiero a los niños
que son nuestros querubines.
Ahora quiero que coordines
en el mundo un punto fijo,
en mi caso no me aflijo
y en eso salgo ganando
porque siempre estoy deseando
"la casa, un árbol y el hijo".
Carlos Abelardo Hernández Medina
Veracruz, México.
( 12 ) Para que el hombre en su nombre
siembre luceros y rosas,
no deben faltar tres cosas
que le graduarán de hombre.
No busco ningún renombre
si las tres cosas elijo;
hago lo que Martí dijo
y me pongo, satisfecho,
tres medallas en el pecho:
"la casa, un árbol y el hijo".
Renael González Batista
Puerto Padre, Las Tunas, Cuba.
( 13 ) Del trajín de mil mañanas,
¿qué quedará tras mi muerte?
Tal vez con un poco’e suerte
vivan las notas insanas
entre tantas frases vanas
con que el arte me bendijo,
huerto de amor que hoy dirijo
a la regia humanidad,
si no, al menos recordad:
“la casa, un árbol y el hijo”.
Walter González
Guatemala.
( 14 ) Yo no soy agricultor,
tampoco soy albañil,
pero sí doy el perfil
para ser reproductor.
En eso soy el mejor
y lo hago con regocijo;
por el árbol no me aflijo
sin embargo me prevengo,
las tres cosas ya las tengo:
”la casa, un árbol y el hijo”.
Roberto Sánchez
México.
( 15 ) Tres cosas logré en la vida
que me dieron gran placer,
mi alma pareció crecer
contenta, nunca afligida.
Hoy cerca de mi partida
en mi mano un crucifijo,
al mundo ya nada exijo,
conmigo bien se portó,
pienso que mucho me dio:
"la casa, un árbol y el hijo".
Gerardo Ayala Orozco.
México, D.F.
Para comunicar vía email con Ramón Espino, coordinador de este diálogo, por la dirección ramonev49@yahoo.es o por la dirección revaldes2000@yahoo.es
Etiquetas: controversia, décima, internacional, poesía
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