Por encima de limitaciones económicas que la afectaron sensiblemente, artistas y escritores participantes aportaron corazón y lograron un satisfactorio resultado de la fiesta suprema de la décima
Por Pedro Péglez González
Una afectación importante sufrió el movimiento decimístico este año, al no poder ser convocado y otorgado el Premio Iberoamericano Cucalambé en décima escrita, el más significativo de la modalidad en todo el orbe, aunque en su actual etapa regional haya sido ganado siempre por autores cubanos, no obstante la participación de escritores de otros países.
El certamen había sido premiado año tras año ininterrumpidamente desde los 80, primero como concurso local; con alcance nacional desde los 90; y en su etapa iberoamericana desde el 2000.
La obra laureada el pasado año, El libro de los desterrados, de Carlos Esquivel y Diusmel Machado, gracias a una gestión emergente y saludable del Director provincial de Cultura pudo presentarse en el Catauro de la décima —encuentro de los escritores—, en reducida edición de 50 ejemplares, adelanto agradecible de la ya diezmada edición prevista de 500, la mitad de lo acostumbrado en los últimos años.
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Etiquetas: Cucalambé, décima, fiesta popular, jornada, Las Tunas, poesía, premios
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