Desde Miami, Florida, EEUU

Décimas apenas son…
de María Eugenia Caseiro

La cubanía trasciende de estos versos de María Eugenia Caseiro, poetisa, narradora e investigadora nacida en Marianao, Ciudad de La Habana, y radicada hace muchos años en Miami, Florida. Ya había visitado nuestro sitio, primero con dos simpáticas décimas, y luego brindando a nuestros lectores, en una estrofa, la tradicional taza de café cubano, muy a propósito de su libro Nueve cuentos para recrear el café, próximo a aparecer en su versión al francés. Recientemente, su texto poético Cantata de augurios alcanzó el segundo puesto en el II concurso de poesía libre Artesanías Literarias.

María Eugenia es Cónsul de la Organización Poetas del Mundo y miembro colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, una de las 22 academias correspondientes de la Real Academia Española de la Lengua. Muestras de su quehacer poético pueden verse, mediante estos enlaces, en su sitio web personal y en los sitios Álbum nocturno y Arte poética. Rostros y versos, del poeta salvadoreño André Cruchaga.

DÉCIMAS APENAS SON…

I
La mujer que les escribe
sin tardanza, de mañana,
ni se apura ni aplatana
porque el verso no concibe
sin esa esencia Caribe
que derrama su afluencia,
se complace en la inocencia
y se viste de rocío
como corriente de un río
que desata la cadencia.

II
De haber promovido el bien
no habrá dudas si podemos
al final mover los remos
de la décima al vaivén
de la corriente y también
enderezar proa a tierra
y conceder a una guerra
de ejercicio decimario
la nobleza del canario
en el llano y en la sierra.

III
Cubano versar, canoro,
es la décima arraigada
esa autoridad sagrada
para amasar el tesoro
de una rima con decoro
que para gran suerte crezca
y con brillo resplandezca
en las buenas y en las malas
en trastiendas o antesalas
y en todo cuanto acontezca.

IV
Con la décima al timón
Pig Maleón y Galatea
descubrieron la batea.
El temible Agamenón
reconoció al marañón,
mas la princesa de Gales
y hasta el mismísimo Tales
descubrieron el taburete.
Y el famoso Manolete
soñó sus cañaverales.

V
De alma, y en soledad
escribí esta decimera
propuesta que siempre espera
que en su mágica verdad
hoy florezca la amistad
como florecen las rosas
petaladas y olorosas
que a pesar de las espinas
relucen, por lo divinas,
investiduras sedosas.

VI
Por eso para el cubano
la décima es asidero
que conquista al extranjero
lo mismo que un buen habano.
El verso que canta ufano
la luz de cada mañana
es décima que engalana
"la selva, el monte y el llano"
lo casual, lo cotidiano
que es la presencia cubana.