Una narradora erótica a quien
escribieron muchas décimas
El concurso nacional Ala Décima, en su convocatoria del 2012, dio a su acostumbrado premio colateral de tema erótico el nombre de Yazmina Calcines, una escritora que, aunque no fue poetisa, devino —al decir de sus cercanos— “una narradora erótica a quien escribieron muchos poemas en la estrofa de diez versos”, a causa de sus vínculos afectivos con los poetas que un año después de su fallecimiento fundaron el Grupo Ala Décima, quienes fueron testigos del extraordinario amor por la vida de la autora y de su increíble estoicismo en el enfrentamiento a una enfermedad de fatal desenlace. El concurso Ala Décima le rinde así homenaje, en el año en que hubiera cumplido 55 años.
Yazmina Calcines Martínez (La Habana, 1957-1999) se desempeñó durante tres lustros como periodista en publicaciones juveniles. Fue jefa de redacción de la revista Somos jóvenes. En 1992 la Editora Abril publicó su cuaderno de cuentos De ángeles y demonios y el plegable Camila y los muñecos, cuento para niños. En 1996 los médicos le detectaron un cáncer muy invasivo, a resultas del cual le pronosticaron apenas tres meses de vida.
Sin embargo, Yazmina se sobreimpuso al cruel padecimiento durante tres años, que fueron los más fértiles de su vida literaria, paradójicamente en un campo siempre tan alejado de la muerte como es el que privilegia, artísticamente, los placeres del cuerpo. En 1999, en la fase final de la enfermedad que concluyó en su deceso, escribió varios cuentos eróticos para su libro Colores contra Tanatos, que no pudo concluir, y terminó su novela La sedición de Odette. Un tónico de mujer para el amor, hasta el momento inédita.
Para integrar el mencionado volumen en preparación, Colores contra Tanatos, escribió el cuento Negro, y lo envió a la edición del concurso de literatura erótica Farraluque que sería premiada en febrero del 2000, pero su heroica lucha contra el cáncer no fue suficiente para ver el resultado: Yazmina desapareció físicamente en octubre del 1999.
Como su cuento no pudo concursar, el Centro de Arte y Literatura Fayad Jamís, convocante del certamen, en homenaje a la escritora lo publicó en un sencillo folleto, con prólogo, titulado Una flor para Yazmina, de quien fuera su compañero en la vida y las letras, Pedro Péglez González.
Adelantamos uno de esos textos poéticos en la estrofa de diez versos, de la autoría de Karel Leyva. Habiendo leído los cuentos de Yazmina —dados por su propia mano— para su libro en preparación Colores contra Tanatos, y subyugado por las peripecias del personaje Malva Iris, Karel rindió tributo a la autora desaparecida con esta décima:
EN MEMORIA
Colores contra Tanatos
Yazmina Calcines
Iris Malva rayo opal
colores contra Tanatos
inexistentes recatos
cuando se acerca el final
Todo al instinto animal
Todo al anciano pastor
Malva Iris cuál amor
fue menos Cuál supo alzarte
hasta ser única Parte
Clama tu reino al albor
Etiquetas: amor, décima, erotismo, homenaje, mujeres, poesía, tributo
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