De los acompañamientos
RONEL
Al cementerio volví esta mañana a exhumar la madrecita de un par de amigas
y lo que vi me hizo pensar en Martí que hizo el bien de cualquier modo. Hacemos
el bien y el lodo a veces el bien nos trunca, pero no debemos nunca no
desearlo, pese a todo.
PÉGLEZ
Dije “me aburro” no que renuncio. De Él aprendí que “se es bueno porque
sí”, como profesión de Fe. Así hago, hice y haré. Si me abro el pecho y me
quejo y muestro, pálido y viejo, una lágrima en la mano, es porque hablo con mi
hermano, como hablo frente al espejo.
RONEL
Este espejo no dirá de ti nada negativo porque este espejo está vivo y no
es perfecto. Se va por momentos, pero está, eso, siempre, sobre todo. Este
espejo, codo a codo, no te juzga, te acompaña porque este espejo se daña cuando
actúa de otro modo.
PÉGLEZ
Mil gracias, Ronel. Me aleja lo turbio tu compañía. Nos salva en la
travesía un hombro por cada queja y un ala por cada reja. Sobre los sordos
avernos se alzarán siempre los tiernos arbustos de cada hermano. Dijo Roberto
Manzano: “La poesía es querernos”.
Etiquetas: controversia, décima, hermandad, Holguín, La Habana, poesía
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal