Omar Herrera: Razones del trovador
Un poema de amor
acorralado en el pecho:
El corazón al acecho
para posarlo en el hombro
de una mujer que no nombro
aunque el pecho me desgarra.
Ciertamente, ella me amarra
a ese sentir que, aunque vano,
después de besar mi mano
se me convierte en guitarra.
cuando acaricio mi lira.
El alma parte de gira
tras el verso que ennoblece,
y es que en el alma amanece
venida de alguna parte
la canción donde nombrarte
lanzando al viento la nota
de esta emoción que hoy me brota
y que me obliga a cantarte.
digo: pasión y locura;
digo: paz; digo: tortura,
sed y crueldad; digo: garra;
digo: sable, cimitarra;
digo: pasión asesina;
digo: muerto que camina
prisionero de la espera;
digo: final de una era…
Finalmente digo: ¡Irina!
Etiquetas: amor, décima, grupos, La Habana, libros, poesía, premios
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