
del Comandante Camilo Cienfuegos
Nunca dejes de escribir así
Le dijo Camilo a Nancy Robinson, hace
medio siglo, tras escuchar sus décimas
Por Alina Martínez Triay
Foto: Roberto Carlos Medina
Tomado de Trabajadores
(…) Entre los conocidos de Nancy que sabían de su producción poética y de sus deseos de hacerles llegar los poemas a sus destinatarios, de una u otra forma, estaban los dueños de la cafetería de F y 11, en el Vedado, a los cuales ella y su hermana les confeccionaban a máquina los menús para los clientes.
“A Camilo se los puedes entregar aquí porque viene a cada rato a comer”, le comentaron, y un buen día le avisaron por teléfono: “El Comandante llegó”.
Nerviosa pero sin perder un minuto, la joven, que vivía cerca, se presentó en el local con su cuaderno de poesías. Se acercó a Camilo, le explicó el porqué de su presencia allí, este la invitó a compartir su mesa y comenzó a leer los versos:
Humilde aprendiz de sastre
que olvidando la tijera
fuiste a salvar la bandera
de los grillos y el desastre.
A tu paso murió el lastre
que sembró la iniquidad
fue tu férrea voluntad
la valerosa vanguardia
tu verdad la retaguardia
tu meta la libertad.
Oscuro sombrero alón
un corazón y mil fuegos
se dieron en un Cienfuegos
para la Revolución.
Tu mirada: una misión
tu sonrisa tan leal
y tu barba patriarcal
son de un santo que hemos visto
estampa de Jesucristo
en la historia universal.
(…) Merecedora recientemente del Premio de Honor del Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso, auspiciado por el periódico Trabajadores y
Es tu octubre, el Malecón
lo miro y quiero llorar
pero entonces veo cruzar
a un pequeñito varón.
De olivo va, su misión
lleva un humilde jazmín
escala el muro y al fin
besa su jazmín el mar
y ya no quiero llorar
solo mirar tu jardín.
Vea completa la reseña, mediante este enlace, en nuestra sección DECIMACONTEXTO.
Etiquetas: aniversario, Camilo Cienfuegos, décima, Historia, poesía
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