A propósito de la fecha
patria mexicana

Un músico y decimista:
Alejandro Escudero

Hoy los hermanos mexicanos celebran el Grito de Dolores. En esa localidad, el 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla encabezó el levantamiento popular que daría inicio al proceso de luchas por la independencia de México. Además de sus tradiciones patrióticas y solidarias, su fraterno pueblo atesora un trascendente legado de música popular, de la cual participa la poesía concebida en décimas no sólo en su variante de la décima oral improvisada, sino en otras proyecciones musicales como es el caso del son.

Muchos, por tanto, son los creadores que se desenvuelven con simultánea pasión en la música y la estrofa de diez versos. Esto puede apreciarse en el Rincón de la Décima de Yahoo, interesante espacio web participativo, coordinado por Ulises Trejo Amador, foro al que asisten diariamente con sus décimas muchos mexicanos y latinoamericanos en general. Uno de los asiduos a ese espacio es el prestigioso músico Alejandro Escudero (en la foto), nacido en 1953, profesor de Canto Coral que cuenta con una larga trayectoria artística.

En el año 2007 fue autor, arreglista y productor de la “Cantata Sotaventina”, un espectáculo literario-musical que consiste en la interpretación de obras polifónicas, compuestas para coro mixto, narrativa e instrumentos de aquella región. De su autoría, hemos publicado antes su estrofa No hacer lo que no se quiere y su Décima de “vocales obsesivas”. Ahora nos envía este poema dedicado a un grande de las letras hispanoamericnas, el uruguayo Mario Benedetti (14 de septiembre de 1920 – 17 de mayo de 2009), cuya reciente desaparición física llora todavía América toda.

VOZ MONTEVIDEANA

De la izquierda... militante
humanista tu estatura
tu obra, en literatura
te coloca cual baluarte.
Te he tenido en buen talante
te he llevado como escudo
y como un mensaje agudo
he cantado aquel “Te quiero”
y, al estilo del trovero
Benedetti... ¡te saludo!

Benedetti, te saludo,
despedirte yo no quiero
es el honor que concedo
a tus versos que yo aludo.
A tus tesis que yo acudo
cuando me hace falta aliento
es porque han sido sustento
de ideales y esperanzas
tu poesía logra alianzas
y a las causas pone acento.

Y a las causas pone acento
con tu voz montevideana
con tu palabra mundana
de social entendimiento.
Y una frase lanzo al viento
¡vos podés contar conmigo!
y, como en alianza contigo
suscribir tu “Padre nuestro”
con mi corazón bien puesto
¡considérame tu amigo!

Considérame tu amigo
y es que estás aún presente
hay algo que está pendiente
y te pongo cual testigo,
de una causa que yo abrigo
y un deseo muy profundo:
Hacer posible que el mundo
se conduzca en otra vía
y aunque parezca utopía
este anhelo yo secundo.