Desde Miami y México

Dos poetas cubanos dialogan

Entre las ciudades en que residen —Miami, EEUU, y Xalapa, México— en las últimas semanas han estado en candente intercambio los poetas cubanos Francisco Henríquez (Matanzas, 1928) y Ramón Espino Valdés (más conocido como Mongo Petaka; Las Tunas, 1956), a la usanza de las tradicionalmente ardientes controversias. He aquí la fraternal conclusión del diálogo.

De Petaka a Francisco

SOLTAR PERFUME EN CONFLICTOS

( 1 ) Soy un sencillo poeta
que ando con la mente clara.
Mi fusil sólo dispara
cuando el contrincante aprieta.
De verdad tengo una veta,
pero yo la fabriqué.
Fue en Las Tunas que encontré
parnasos genuinos, buenos,
porque viví en los terrenos
que abonó El Cucalambé.

( 2 ) No envidio a ningún paisano,
esté en Miami o en La Habana.
Yo a la décima cubana
la ubico en el primer plano.
Ni voy por el mundo en vano,
enseñar es mi misión.
Resido en una nación
que alumbró mi amanecer
y quise fortalecer
mucho más mi corazón.

( 3 ) Detesto a los ambiciosos
que andan por muchos rincones
fundiendo sus pretensiones
entre los facinerosos.
Escribo versos hermosos
hasta en los complejos temas.
Llevo en mi mente dos lemas
que siembro con los invictos:
“soltar perfume en conflictos
y alas darle a los problemas”.

Ramón Espino Valdés

De Francisco a Petaka

CON EL ABRAZO SINCERO

( 1 ) Tú no eres poeta hecho
a serrucho y martillazos
con diferentes pedazos
recogidos del desecho.
No te das golpes de pecho
ni te deslumbras con nada.
Ni te inspira la fachada
en esa armazón endeble,
donde fabrican un mueble
con industria reciclada.

( 2 ) Yo solamente he querido
probar tu temperamento
y saber cómo un talento
se defiende si es herido.
Pero veo que has tenido
tu intuición y fortaleza,
porque tienes tu cabeza
limpia de esa musaraña
que alevosamente engaña
con delirios de grandeza.

( 3 ) Soy el primero que unió
a los hermanos de allá
con los cubanos de acá,
y buenos frutos me dio.
Tú debes saber que yo
no soy bien mirado aquí
porque a la patria me fui,
contra las leyes del gueto,
por mi amor y mi respeto
a mi patria y a Martí.

Francisco Henríquez