Agustín Serrano:
La casa
es una pradera

Ahora que estamos próximos a la premiación del XII concurso nacional de poesía Regino Pedroso, traemos a nuestro espacio a uno de los ganadores de la anterior edición: Agustín Serrano (Velazco, Holguín, 1958), que el pasado año recibió el premio especial que otorga Ala Décima en el certamen.

Cuando Agustín mereció, en 1996, el Premio Nacional Cucalambé con su libro Sitios de la voz, ya atesoraba reconocimientos en concursos como el Vicente Espinel (1995), poemas publicados en revistas locales y nacionales, y su inclusión en la antología Poetas del mediodía (Editorial Sanlope, 1995).

A propósito de la publicación de aquel libro galardonado con el máximo premio de la décima cubana, comenté que “no está en el atrevimiento formal precisamente el encanto particular de Sitios de la voz, sino en el discurso a un tiempo elegante, agudo y descubridor que obra el hallazgo de la visión nueva en el residuario de los orígenes rurales, tamizados por el tiempo y recompuesto con ribetes otros en la memoria cargada de nostalgia y angustias por los años irrecuperables”. El comentario, titulado Voz que viene de sus sitios, aparecido en el periódico Trabajadores e incluido luego en el volumen El drama del iceberg. Los Premios Cucalambé en la ruta de los 90, puede ser leído, mediante este enlace, en nuestra sección Decimacontexto.

Hombre apegado a la tierra desde su origen, de profesión agropecuaria que ama entrañablemente, su poesía no podía dejar de reflejar, como expresión auténtica de su universo interior, esa visión felizmente contaminadora de toda su asunción existencial. Véase, como botón de muestra, su estrofa titulada Réquiem:

La casa es una pradera
donde se queman los sueños;
el viejo fogón los leños
de mi niñez incinera.
Quedó atrás la primavera
de inocente fantasía.
El tiempo en su travesía
enciende la adolescencia
y una leve transparencia
susurra en la lejanía.

El Grupo Ala Décima entrega en el concurso nacional de poesía Regino Pedroso un premio especial a la mejor obra concebida en la estrofa de diez versos, galardón que ha correspondido en años anteriores a los siguientes textos y autores, a los cuales se puede acceder mediante sus respectivos enlaces, en nuestra sección Premiosala:

— IX concurso (2004): Alegato del epígono, de Isbel Díaz Torres.

— X concurso (2005): Lazarillo de luz, de Jorge Luis Mena Lorenzo.

— XI concurso (2006): A corazón abierto, de Agustín Serrano.