Continúan su diálogo por email
dos miembros del Grupo Ala Décima
En respuesta al anterior mensaje por email de Frank Upierre —desde Moscú, capital de Rusia, donde continúa cumpliendo sus contratos artísticos—, le respondió Karel Leyva, el más joven integrante de la agrupación y vicepresidente de ella:
Este mar que misionero
se vuelve, de nuestra fiesta
es aquel que da a la enhiesta
farola, cual escudero
consuelo si el viento fiero
hincha de espuma su cara.
Es también el que repara
la psiquis del nostalgiante
bálsamo de amor gigante
que lleva al cielo por tiara.
Yo suelo hurgar en la costa
cuando me asaltan temores
abro mi cofre, rumores
del añil sobre la angosta
duda, silbo fiel que agosta
el miedo, canto y entonces
la sangre busca los gonces
que la levanten del foso
hacia el proscenio fastuoso
de las mañanas de bronces.
Maricastaña y Malanga
se fueron al baile un día
y más pudo su alegría
que la condena. De ampanga
fue el wemilere, charanga
mambo chachachá danzón
matizaron el rumbón
y al final de tanta juerga
la palabra fue monserga
y la carne chicharrón.
Puede comunicar con Karel Leyva mediante este enlace con la dirección email de
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