Ronel González honra a Gonzalito
Un sentido tributo al Hombre árbol
En su página de Facebook el hermano poeta Ronel González Sánchez rindió este emotivo homenaje al veterano trabajador venezolano César Edgardo González Fernández, Gonzalito, recién fallecido
Foto: página de Facebook de Ronel González.
El pasado 2 de febrero falleció en el estado Portuguesa de Venezuela, a la edad de 97 años, César Edgardo González Fernández, más conocido como Gonzalito y Hombre-árbol de Venezuela por su afición mayor, sembrar miles de árboles, sobre todo caobos, en la patria de Bolívar. Reconocido en 2012 con un Doctorado Honoris Causa por la Universidad Experimental Simón Rodríguez, tuve la fortuna de participar en la organización del homenaje de nuestro equipo de trabajo en la Misión Cultura Corazón Adentro, integrado, por la parte venezolana, por Vicente “Chente” Pelayo (cuatrista y poeta), Yolvi Efraín Cauro Méndez (poeta), Maricela Deusdedy (instructora de danza), Nancy Vivas (instructora de artes plásticas) y Ana Andreína Gómez (instructora de teatro) y, por la parte cubana, por Yasmín Lobaina (Música), Dianalay Orellana (Danza), Daniel Núñez (Artes Plásticas), Yasiel Fabá (Teatro) y quien esto escribe. Ese día también nos acompañó nuestra querida amiga, la cantante venezolana Nelly Torres.
Lleguen nuestras condolencias a la familia del inolvidable Gonzalito y a nuestros hermanos venezolanos por la pérdida de un hombre tan valioso a quien escribí y leí esta décima el 11 de enero de 2011 en la sala de música de nuestro grupo en la Urbanización San José 2, del municipio Araure.
EL VIAJE DE GONZALITO
Para César González (Gonzalito), “padre u hombre árbol”, en Villa Araure, uno de los seres más conmovedores de este planeta.
Como en Duaca no llovía
y lloraban los becerros,
entre terrazas y cerros
Gonzalito se fue un día.
El bosque desfallecía
cuando a Acarigua llegó,
pero un caobo le habló
al oído, con ternura,
y, al centro de la llanura,
en árbol se convirtió.
Ronel González Sánchez (Cacocum, Holguín, 1971), entre sus numerosos lauros literarios, atesora el Premio Cucalambé 1995 por su libro El mundo tiene la razón (escrito en coautoría con José Luis Serrano, también holguinero, cuando ambos contaban solamente con 24 años), y el Premio Iberoamericano Cucalambé 2006 por su libro Atormentado de sentido. Para una hermenéutica de la metadécima.
CON ESTE ENLACE, GANADORES DEL PREMIO CUCALAMBÉ EN LOS AÑOS 2000 AL 2008
EN NUESTRA SECCIÓN CUCALAMBÉ, VEA ÍNTEGRAMENTE ESTOS LIBROS GANADORES DEL PREMIO IBEROAMERICANO CUCALAMBÉ:
(In)vocación por el paria, de Pedro
Péglez González (2000)
Examen de fe, de
José Luis Serrano (2001)
Otra vez la nave de los locos,
de María de las Nieves Morales (2002)
Cántaro inverso,
de Pedro Péglez González (2004)
Toque de queda,
de Carlos Esquivel (2005)
Atormentado de sentido,
de Ronel González (2006)
Bitácora de la tristeza,
de Alexander Besú (2007)
Los
Césares perdidos, de Odalys Leyva (2008)
Cicatrices
de sal, de Irelia Pérez Morales (2009)
El
libro de los desterrados, de C. Esquivel y Diusmel Machado (2010)
Nosotros
los cobardes, de Alexander Aguilar y J. Betancourt (2012)
(In)mutaciones
del solitario, de Miguel Mariano Piñero (2014)
Extraños
ritos del alma, de Junior Fernández
Guerra (2015)
Palabras
del emigrante, de Caridad González Sánchez (2016)
VEA: LOS PREMIOS CUCALAMBÉ EN DÉCIMAS DE BESÚ
En este momento, se nos está permitiendo visualizar solamente las dos o tres últimas entradas, lo cual está absolutamente fuera de nuestras manos, de modo que a la recomendación que siempre hemos hecho a nuestros visitantes de atender a las informaciones recogidas en el panel derecho, añadimos la de ver el sumario —los diez textos más recientes—, en los finales de ese panel.
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