De un libro próximo a
aparecer,
décimas dedicadas a su esposa
La poesía de Jesús
Sama Pacheco es hija incondicional de la experiencia. Nace de las
vertientes carnales de la vivencia, de las laderas azules del sueño, de las
mecánicas palpitantes de la sangre y del viento aturbonado de la época que nos
ha tocado vivir. Su palabra esculpe en la página la nervadura del tiempo, la
delgada partitura que la memoria preserva de los metálicos puños del olvido.
Como la poesía es un álgebra fascinante, que se comporta semejante a un ábaco
musical, su poesía escande las sílabas del silencio con mucha rectitud y pausa,
y sólo leído análogamente se tocan sus vibrantes médulas. Jesús Sama aprendió
duramente su lenguaje: su academia fue ir viviendo fervorosamente, hundiéndose
en la circunstancia como una raíz pensativa, asomándose al verso como quien
distribuye un recado de luz, un astro escrito, un sobre de fragancia extraído
de los follajes más transparentes que ondean en lo celeste. De los carbones
cotidianos extrajo cada uno de sus diamantes, como un cardiógrafo sin reposo.
Por eso quien se aproxima a estos versos, si viene redimido, siendo honrado y
bueno, crecerá en el contacto sonoro, depurará sus raídas cortezas, sus ácidos
pedestres, y al salir de ellos, en giración gnóstica, encontrará cierto
flexible esplendor, como de luz sensible, dentro de su alrededor recién leído.
Para eso es la poesía, y sólo se puede leer poesía así cuando se encuentra
escrita desde tales veneros de espiritualidad agradecida y agradeciente.
Jesús
Sama Pacheco (1950, Mariel, hoy perteneciente a la provincia de Artemisa). Actualmente
reside en la ciudad de La Habana. Cuenta con una amplia trayectoria literaria.
Fue fundador del taller literario Javier Heraud, de Bauta y del taller Rabindranth
Tagore, de Caimito.
Es poeta y narrador. Ha publicado poemarios como En público secreto los
amores, Habitante de la bruma, El hijo del hombre, Versos
de arena, Ante la espada y la pared, y libros de cuentos para
adultos y para niños. Ha obtenido premios y menciones en concursos nacionales e
internacionales, en los géneros de cuento y poesía. Parte de su obra aparece,
además, en periódicos, revistas y antologías de Cuba, México, Chile, Perú,
Brasil, España, República Checa, EEUU y Angola. Practica también el periodismo
cultural y ha publicado artículos y reseñas en periódicos y revistas
especializadas.
Gracias a su fraternal gentileza,
de su libro Las culpas del inocente, que
debe ver la luz en el 2016 por la Editorial Gente Nueva, ofrecemos dos décimas
dedicadas a su esposa, a quien lo unen 43 años de vida conyugal, por lo cual
los felicitamos a ambos, además de agradecer al hermano poeta la colaboración:
XXVII
Para Mary, sin sellar la
partida.
1
Como piezas de ajedrez
unidas por la estrategia,
vivimos aventura regia
hasta la sabia vejez.
La falacia y su avidez
quisieron hacer su parte,
pero sin ciencia y sin arte
ningún valladar alcanza
a derribar la pujanza
del amor y su estandarte.
2
Cuando unidos decidimos
la manera de vivir,
de soñar y de morir,
en la partida aprendimos.
Porque juntos elegimos
–sin pensar en el tal vez–:
la defensa, la altivez,
la estrategia y el ataque.
Osados, de jaque en jaque
como piezas de ajedrez.
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OBRA:
Etiquetas: análisis, décima, estudios, libros, poesía, premios
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