Desde Santa Clara

Herbert Toranzo,
Premio de décima
en concurso
Fundación
de Santa Clara

Foto: Yoel Farramola
Tomado de CMHW

En el género décima el premio recayó en la obra Al revés de lo contrario, del avileño Herbert Toranzo Falcón; en novela en Enamorarse de Ana, del cienfueguero Alejandro Cernuda Reyes; en teatro fue para el santaclareño Pedro LLanes con la pieza Del norte y del Sur y en el género periodismo para el texto Las armas y el oficio, de Rafael Grillo de Ciudad de La Habana. El punto clímax de la vigésima edición del Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara se reveló en la Sala Caturla de la Biblioteca Martí, ubicada en el centro de la capital villaclareña.

La entrega de los lauros del concurso forma parte de las celebraciones por el aniversario 319 de la localidad. Este año la ceremonia de premiación estuvo precedida por una miniferia de libros publicados por las editoriales del patio —Capiro y Sed de Belleza—; así como por la subasta de los títulos Una tarde en el río, de Rafael Altuna y Yo he visto un cangrejo arando, de René Batista Moreno.

El Parque de Las Arcadas ha sugerido otras atracciones para los amantes de la Literatura como rifas y la presentación de textos ganadores en la edición de 2007 del Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara: Postales desde Egipto, de Caridad González; Museo de ángeles caídos, de Ernesto Peña González; y Sin ángeles tutelares, de Déborah García.

Herbert Toranzo Falcón (Ciego de Ávila, 1972), fue ganador del tercer premio en la oncena edición del concurso Regino Pedroso por su poema en versos libres Circunstancias que ayudan y todo eso. Es Licenciado en Lengua y Literatura Inglesas en la Universidad Central de Las Villas (1995) y graduado del quinto curso de técnicas narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Tanto en narrativa como en poesía ha merecido varios premios. Ha publicado los poemarios Puente sobre el Estigia (Ediciones Ávila, 2002) y Poemas casi humanos (Editora Abril, 2006). Presentamos una muestra de su creación decimística.

AGUAS DEL ESPEJO

Y aquella voz, peregrina
de la muerte a su figura,
como cristales. Impura
va cerrándose la espina.
Y aquella luz, que termina
con algo del pecho a cuestas,
me vio caer. No son estas
aguas el fin del tumulto.
Quedo en mis manos oculto,
menos pobre, sin apuestas.

El alma, grito en reposo,
noble paraje. De bruces
vuelvo a recoger las cruces,
huérfano de mí, frondoso.
Tarde me habita el esbozo
de la fuga. No despierto
con más de un temor abierto
sobre la frente. Mal día
para quien es todavía
la palabra en el desierto.

En nuestros archivos, su poema en décimas Película olvidada por Fellini.