Olga Lidia y su boceto
para rastrear un signo

En el discurso poético de Olga Lidia Pérez (nacida en Jarahueca, Sancti Spíritus, un día como hoy, el 6 de marzo de 1959), que no excluye variante formal alguna ni elude ningún tema, la elegancia es sello de distinción. Ello puede apreciarse en las décimas que más adelante ofrecemos, surgidas de la contemplación de una obra fotográfica y cargadas de una estremecedora angustia existencial. La autora es actualmente especialista de Literatura en el Consejo Nacional de Casas de Cultura y miembro del Grupo Ala Décima.

BOCETO INICIAL
PARA RASTREAR UN SIGNO

Razón absurda, endeblez
de la verdad, infeliz
convicción, débil raíz
que pierde el sur y a través
de su amarga sordidez
nos lleva a las galerías
inciertas de las sombrías
cavernas del desaliento:
Comprender, ¡qué vano intento!
Indagar, ¡pura utopía!

Lógica, ¿qué luz ausente,
qué inexacto poderío
diseña tan cruel vacío?
¿el azar? ¿un dios? ¿Qué puente
cedió? ¿Cuál indiferente
mezquindad puso su mano
para condenar? ¿Qué insano
ardid genético quiebra
el sol? ¿De qué frágil hebra
pende el equilibrio humano?

(Ante una foto de niños dementes, de Manuel Ruiz Toribio)

Otros textos poéticos de Olga Lidia en nuestro sitio: Desnudo perpetuo ante mi espejo y ¡Ay, ciudad!