Tony Gutiérrez,
el clamor
en el silencio
Un poemario que es “el latido de un hombre que ha echado a andar las palabras para abrir las puertas más secretas”
Por Pedro Péglez González
Ampliado de Trabajadores
El certero entrecomillado del sumario corresponde a la nota de contracubierta del recién aparecido Umbrales del silencio, de Antonio Gutiérrez Rodríguez (Las Tunas, 1950), dado a la luz por la Editorial Sanlope, libro que ratifica el vigor a que nos tiene acostumbrados este poeta, autor de una veintena de títulos en diferentes géneros que se mueven entre la expresión en versos, la narrativa, la crítica y la investigación, y merecedor además de numerosos galardones, incluido el Premio especial XXX Jornada Cucalambeana en el concurso nacional Cucalambé 1997, por su decimario Decálogo del retorno.
Uno de sus reconocimientos, precisamente, fue el alcanzado por Umbrales del silencio: el Premio de poesía Flores del alma 2006, concedido por un jurado constituido por Mario Martínez Sobrino, Ismael González Castañer y Juan Nicolás Padrón.
Las vibraciones humanas no se hacen esperar en el conjunto. El poema que lo abre evoca de este modo al desaparecido escritor tunero Guillermo Vidal, una de las más importantes voces de la narrativa cubana contemporánea: Has dejado/ sin punto central a esta ciudad,/ el parque muy solo,/ y sin lámparas el miedo.
La unidad tonal del volumen, de acento elegíaco sin estridencias ni apegos formales extemporáneos, no sólo justifica el título, sino que justiprecia el corpus de la obra, ceremonial y angustiosa a un tiempo, pero siempre presta a la búsqueda de llaves que abran las secretas puertas de la esperanza. Como cierre, Tony escogió un largo y estremecedor poema que dedica a “Lorca, asesinado dos veces: por el odio y los fusiles”:
Conozco a un poeta/ urgido por las sombras. (…) Siempre erguido en el silencio,/ siempre en el origen que le instala/ una carga de muerte en cada hueso. (…) Ya su alma ha volado/ sobre el techo de las casas,/ cuando del poeta/ sólo queda el recuerdo/ que una araña envuelve,/ insospechadamente cruel,/ en el olvido./ Pasada la media noche/ nace un niño.
Umbrales del silencio es, con todo, una confirmación más de que la veneración callada suele rasgar la noche con su grito. A continuación uno de los poemas en décimas que integran el libro.
ADVOCACIONES
Sobre el mármol
van dos aves
con las sombras
bajo el ala,
alrededor: hierba rala.
Bajo el mármol
las dos aves como signos
dan sus claves
en el susto de la aldaba.
Sobre mis hombros
ladraba
un augurio gris: inerte.
Parecía
que la muerte
en todas partes estaba.
Vea en nuestra sección Decimacontexto: Hitos de la décima en Cuba, ensayo del poeta e investigador Antonio Gutiérrez Rodríguez. Visite el sitio personal de este autor en Tunarte, portal de la cultura tunera. Para comunicar con él vía email: librolt@tunet.cult.cu
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