De cuandoCarlosZamorafue náufrago
Es difícil que haya un poeta que no haya ensayado alguna vez las “artes” del náufrago. Que la vida tiene suficientes situaciones dolorosas como para sentirse aislado en ocasiones y apelar a la botella con pedido de socorro lanzada al mar. Una muestra de ello la traemos ahora con una décima endecasilábica de rimas asonantes, con lo cual se apuesta acaso por subrayar el desamparo, junto con una de corte tradicional, octosilábica y consonante, pero con el mismo aliento. Ambas, de la autoría de Carlos Zamora Rodríguez, nacido el 10 de diciembre de 1962 en Matanzas.
Carlos es Licenciado en Filología en la Universidad Central de Las Villas (1985), poeta, narrador e investigador, y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). La tunera Editorial Sanlope publicó sus cuadernos Fábula del cántaro roto (poesía) y Decires (poesía para niños), ambos en 1991. Por ese propio sello apareció Estación de las sombras (2001), que fuera Mención en el Concurso internacional de poesía Nicolás Guillén (México, 1999). En 1996 mereció el Premio Décima Joven de Cuba.
CARTA
a Judith
Náufrago escribo, gladiador el viento
mi botella alza sin mirar la costa
y aun naciendo de mí ya llega otra
esa palabra en la que puse el sueño.
Como si el ir le dibujara el cuerpo
con paleta distinta a mi latido
llega a tu corazón un acertijo
cuando debió arribar la primavera.
Náufrago en el azar de la botella
recibes lo que el agua me deshizo.
ELOGIO DE LA POBREZA
Subasto la maravilla
del vacío, el infinito
donde cuece el viejo rito
la pasión de mi costilla.
Subasto la blanda silla
en mi alta noche sedienta,
la mirada en que se sienta
el cordero a ser bebido.
Subasto lo que he perdido,
todo el error está en venta.
Para comunicar con el autor vía email: cazaro@cubarte.cult.cu
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