Cuba Ala Décima

Sitio del Grupo Ala Décima. Director: Pedro Péglez González. Subdirectores: Modesto Caballero Ramos y Karel Leyva Ferrer. Corresponsales: Miembros y colaboradores del Grupo Ala Décima. Asistencia técnica: Belkis Amión. Biblioteca Ala Décima: Arístides Valdés Guillermo. Página Facebook: Alejandro González Bermúdez. (Visualización más aceptable por el navegador Mozilla Firefox)

jueves, junio 07, 2007




VII concurso
Ala Décima

Jorge Luis
Arias Reina,
Premio décimas para el amor

Foto: Tamara Gispert

El premio especial Hermeides Pompa, de décimas para el amor —otorgado por la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé y que lleva el nombre de la poetisa tunera que alcanzó ese lauro en su primera edición de 1994, cuando era convocado separadamente por la mencionada institución— lo mereció este año Jorge Luis Arias Reina, joven poeta nacido en 1977 en Guáimaro, Camagüey. La entrega se efectuó con carácter diferido, como informamos anteriormente, en su ciudad natal, en ocasión del III encuentro nacional Décima al filo.

Jorge Luis se desempeña como promotor en la Dirección Municipal de Cultura de su territorio, es miembro de su taller literario municipal y ha obtenido reconocimientos como el Premio Eliseo Saavedra, en Sibanicú (2005), el Premio Célida Cortina de tema comunitario en el VI Ala Décima (2006) y este año el Décima Joven con su cuaderno Los peligros del cielo.

De su conjunto galardonado en el VII Ala Décima ofrecemos uno de sus poemas.


TROYA SE ARREPIENTE

Y Troya es una mujer
que se arranca la costilla…
D.M.


Helena sufre callada
en la ciudad que no existe.
(Atraviesa el sueño triste
que tiembla sobre su almohada.)
Alguien canta una balada,
otra página amarilla.
Este viernes sin orilla
anuncia el amanecer
y Troya es una mujer
que se arranca la costilla…

Y se pregunta: “qué pierdo,
qué suciedad me desflora
cuando mi sexo, a deshora,
se queja del lado izquierdo”.
Arde, gravita el recuerdo
como un canto en su mirada,
y siente gélida espada
traspasar algún latido
de su corazón, transido
por una sucia estocada.

El dolor suda, regresa
de otro viaje derrotado,
y aproxima a su costado
un páramo de tristeza.
(¿Paris dejó su promesa
a la orilla de la herrumbre?)
Pobre Helena, la costumbre
es un abismo que alcanza
a echar toda su esperanza
en lo oscuro de la lumbre.

Hay sangre en cada verano
de su Troya sin madera,
sangre que atiza la hoguera
señalada por su mano.
Todo parece lejano
en los ojos del que ha muerto.
Helena ha visto el desierto
extendiéndose en su nombre…
¿En qué patria llora un hombre
esperándola? ¿En qué puerto?


Para comunicarse con el autor vía email, utilice la dirección mguaimaro@pprincipe.cult.cu

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal

 
Blogalaxia Blogalaxia